EUROPA/FEDERACION DE RUSIA - "Nuestro deber es rezar a Dios, para que por medio de la elección del Colegio de Cardenales el Espíritu Santo muestre quien estará al timón del barco de Pedro y conducirá en el futuro el barco de la Iglesia por las olas tumultuosas de principios del siglo XXI”, dice el Arzobispo Kondrusiewicz en el mensaje a los fieles de cara al Cónclave

miércoles, 13 abril 2005

Moscú (Agencia Fides) - “Nos ha dejado un Pontífice abierto a los hombres y al mundo, que ha recordado y defendido sin descanso la dignidad de la persona humana, sus derechos y libertad", dice Su Exc. Mons. Tadeusz Kondrusiewicz, Arzobispo de la diócesis de la Madre de Dios en Moscú, en su mensaje a los fieles ante la inminencia del Cónclave.
"En el tiempo del pontificado de Juan Pablo II la Iglesia ha recorrido un largo camino de renovación y desarrollo, de acuerdo con la doctrina del Concilio Vaticano II y las enseñanzas postconciliares. Esta se ha abierto más al mundo, a otras religiones y confesiones… Juan Pablo II ha sido el Moisés de nuestra era, que ha conducido la Iglesia al tercer milenio", continúa el Arzobispo Kondrusiewicz.
"El llamamiento desde el inicio de su pontificado: "¡No tengáis miedo! ¡Abrid las puertas a Cristo"! se ha realizado ante todo con el derrumbamiento de los regímenes totalitarios en Europa Oriental, cuyos pueblos se han encaminado hacia la democracia y han adquirido los derechos fundamentales, entre ellos también el derecho a la libertad de profesar la fe. Gracias a su ministerio, muchas personas han sentido la exigencia de buscar los valores eternos. Como Papa eslavo, él ha amado la Rusia de modo particular… Al nombre de Juan Pablo II está ligada la restauración de las estructuras de la Iglesia Católica en Rusia. No podemos olvidar su continua oración y preocupación". Plantando una cuestión, el arzobispo pregunta: ¿Hemos notado y sabido apreciar el alcance y valor de los gestos de buena voluntad, de los signos de respecto a nuestra Patria, a la Iglesia Ortodoxa Rusa y a la gran cultura rusa que el ha mostrado durante su pontificado?”
Por último, dirigiendo una invitación a los fieles, el Arzobispo concluye subrayando que "nuestro santo deber es rezar a Dios, para que por medio de la elección del Colegio de Cardenales el Espíritu Santo muestre quien estará al timón del barco de Pedro y conducirá en el futuro el barco de la Iglesia por las olas tumultuosas de principios del siglo XXI”. (AP) (Agencia Fides 13/4/2005; Líneas: 29 Palabras: 412)


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