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Kuala Lumpur (Agencia Fides) - Mientras continua incesante el flujo de prófugos procedentes de Myanmar, el gobierno del Malasia ha puesto a punto un plan contra la inmigración irregular, que se pondrá en marcha cuando termine la amnistía, el próximo 28 febrero. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) teme que en esta fase, millares de refugiados y personas que piden asilo puedan ser detenidos, arrestados o deportados, durante la operación. Para realizar el plan, las autoridades del gobierno confían en la ayuda de una fuerza civil voluntaria, llamada "Rela", en la que participan cerca de medio millón de personas.
En vistas de esta operación para contrarrestar la inmigración ilegal a gran escala, el ACNUR ha estipulado diversos acuerdos informales tanto con la policía como con el Rela, para prevenir la implicación de refugiados y personas que piden asilo en la acción. El ACNUR tiene previsto la institución de una estación operativa en la propia oficina de Kuala Lumpur, con el objetivo de controlar la situación e intensificar todas las actividades de monitorización en los centros de inmigración. En Malasia las personas de competencia del ACNUR son cerca de 47.000, entre ellos pertenecientes a diversos grupos étnicos de Myanmar, personas que han huido de la provincia indonesia de Aceh y refugiados procedentes de otros países. (PA) (Agencia Fides 23/2/2005 Líneas:18 Palabras: 238)
