ASIA/INDONESIA - ¿Por qué no callan la armas en Banda Aceh? El tsunami y la guerrilla

lunes, 10 enero 2005

Yakarta (Agencia Fides) - El tsunami en el Norte Sumatra ha investido en una situación ya de por si difícil, marcada por conflictos y violencias: desde hace más de un año en efecto en la provincia de Aceh, el gobierno indonesio lanzó una masiva ofensiva militar, con la emanación de la ley marcial y el envío de más de 40.000 militares, entre ejército y policía.
Yakarta está contrastando a 5.000 rebeldes del Gerakan Aceh Merdeka (Gam que significa "Movimiento por Aceh Libre) grupo secesionista nacido en los años 70. Los rebeldes, gente muy orgullosa, se encuentran estacionados en las colinas, dónde combatieron una guerrilla fragmentada: por ello no habrán sufrido graves pérdidas por el tsunami, y ahora podrían aprovechar el repentino estado del ejército regular para desherrar una ofensiva.
La tragedia de la guerra, podría superponerse hoy a la del tsunami. Y ya existen las primeras señales. Después de la tregua proclamada el día de la catástrofe, se han retomado los enfrentamientos: disparos de arma de fuego se oyen en los alrededores del cuartel general de la ONU en Banda Aceh, y en las aldeas de Seunudun y Lham Long, provocando incluso algunos muertos.
La guerra se ha hecho también verbal, con denuncias recíprocas de provocaciones y violencias entre gobierno y guerrilla, y las Naciones Unidas han advertido que, en caso de reanudación de las hostilidades se verían obligadas a abandonar el terreno, con graves daños para la asistencia humanitaria.
El hecho es que Yakarta ha enviado otros 15.000 soldados para prestar ayuda, pero algunos observadores temen que se trate de una excusa para dar el golpe de gracia a la guerrilla que tiene una larga tradición en Sumatra: la isla tiene en efecto una historia de conflicto con Java, sede de la capital Yakarta, considerada como el centro de poder que explota las periferias, extrayendo materias primas y dejando a la población local en condiciones de pobreza y subdesarrollo. Las mismas acusaciones que llueven de Papua, Molucas, y de la ex provincia Timor Este, áreas periféricas del archipiélago de las 17.000 islas.
En Sumatra lo que más interesa son los valiosos yacimientos de crudo, pero a la conciencia étnica también se suma una identidad religiosa musulmana rígida (en el área está vigente la sharia) que con frecuencia desemboca en integrismo.
Cuestiones económicas, históricas y religiosas constituyen un difícil cóctel de motivaciones que pudiera revelarse explosivo: tanto más cuanto que las ayudas occidentales, especialmente americanas, no son bien vistos por los guerrilleros del GAM. Pero también aquí, como en Sri Lanka, en el caso de una nueva fase de abierto conflicto, quien pagaría las consecuencias sería la población civil, los grupos más vulnerable, los más de 35.000 niños que se han quedado huérfanos. Hay que esperar pues que, en un momento tan delicado de emergencia humanitaria, las armas continúen en silencio. (PA) (Agencia Fides 10/1/2005 Líneas: 37 Palabras: 487)


Compartir: