Organo de informacion de las Obras Misionales Pontificias desde 1927
Roma (Agencia Fides) - Todo está preparado en el Estado de Nairobi, capital de Kenia, para la histórica firma del tratado de paz entre el gobierno sudanés y los ex rebeldes del ejército de Liberación del Pueblo Sudanés (SPLA), que pone fin a más de 20 años de guerra civil al sur de Sudán.
El acuerdo prevé una repartición de poderes por medio de la atribución de las cargas políticas y la realización de autonomías de las regiones del país. Este reparto significa una nueva estructura del poder central en sus relaciones con las autonomías locales. Por primera vez son reconocidas por la fundación de Sudán, las dos principales religiones, musulmana y animista.
Una de las causas desencadenantes del conflicto fue, en efecto, la extensión de la aplicación de la Sharia a todo el país, incluidas las zonas meridionales habitadas predominantemente por poblaciones cristianas y animistas. Según los acuerdos, la Sharia será aplicada al Norte pero no en el sur. Por lo que respecta a la capital, Jartum, dónde viven numerosos cristianos y animistas procedentes del sur, se ha alcanzado un compromiso: durante el período de transición, la Sharia será aplicada en la capital, pero a los no musulmanes se les garantizarán medidas de protección y exención dela ley coránica para las penas más inhumanas (amputaciones y apedreamientos).
Los acuerdos prevén que el presidente sea expresión del gobierno de Jartum, mientras el primer vicedirector será expresión del SPLA. Pero el primer vicedirector carecerá de plenos poderes en caso de ausencia del presidente. Habrá un segundo vicedirector en representación del Norte. Los cargos a nivel nacional (gobierno, parlamento) serán distribuidos del siguiente modo: 70% al Norte, 30% a los independentistas. Para las regiones especiales el papel fundamental de gobernador irá a los líderes ligados al SPLA pero al 60% de otros cargos políticas a hombres de Jartum.
John Garang, líder del SPLA, se convierte en vice presidente del País. Además se creará una única fuerza militar nacida por la fusión del ejército de Jartum con los departamentos del SPLA con la consiguiente creación de una tercera fuerza.
Uno de los puntos más importantes del acuerdo prevé que las rentas de los recursos petrolíferos, concentradas en su mayoría en el sur, serán divididos a medias, entre el gobierno central y la administración de las regiones meridionales.
El acuerdo prevé un período de transición con un gobierno de unidad nacional que durará 6 años y medio. A mitad del recorrido, después de 3 años del inicio del período de transición, están previstas elecciones libres. Después de estos seis años y medio las poblaciones del sur podrán decidir, por medio de un referéndum, si permanecer dentro de un estado federal o la plena independencia.
El acuerdo firmado ayer, pone fin a la sangrienta guerra del sur Sudán que ha provocado desde 1983 al menos 2 millones de muertos y un número todavía mayor de desplazados. Queda excluido de los acuerdos Darfur, región del oeste confinante con el Chad. Aquí desde febrero del 2003 está en curso una feroz guerra entre el ejército y milicias filo-gubernativas por una parte y algunos movimientos de guerrilla que reivindican una mayor atención por parte del gobierno central al desarrollo de la región. Ayer, 7 de enero, el Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi Annan, trazó un cuadro oscuro de la situación en el Darfur en una relación al Consejo de seguridad. “Podríamos encaminarnos hacia un período de violencia intensa si no se adoptan rápidamente medidas" ha afirmado Kofi Annan. (L.M) (Agencia Fides 8/1/2005 Líneas: 44 Palabras: 601)
