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Roma (Agencia Fides) - “¿Podemos resistirnos a la sonrisa de un niño"? es el título de la carta de Navidad escrita por Mons. Macram Max Gassis, Obispo de El Obeid, en Sudán. Los niños son las primeras víctimas de la guerra que afecta a muchas regiones sudanesas, desde el Darfur al oeste al Sur, dónde se espera que el conflicto, que dura ya 20 años, pueda acabar pronto.
Los niños son una parte consistente de los casi 2 millones de desplazados del Darfur, obligados a vivir en campos de refugiados en la región y en el vecino Chad. Millares de niños han sido reclutados a la fuerza en las formaciones combatientes, y otros millares son reducidos a la esclavitud.
Frente a esta realidad las palabras de Mons. Gassis resplandecen como la luz en la oscura profundidad del alma humana que genera tragedias como la sudanesa: "Cada niño es un tabernáculo de Dios. ¿No es quizás por esto que también Dios se ha hecho niño entre nosotros? Mis queridos hermanos y hermanas, el modo más verdadero y auténtico de venerar al Niño Jesús es el de ver su imagen y venerar su presencia en todos los niños del mundo, sobre todo en los más pobres y necesitados". (L.M) (Agencia Fides 23/12/2004 Líneas: 17 palabras: 225)
