ASIA/BANGLADESH - Radicales islámicos devastan Dhaka: el Arzobispo hace un llamamiento a la paz

lunes, 6 mayo 2013

Dhaka (Agencia Fides) – Ante la violencia, hace falta “un esfuerzo de buena voluntad y de paz, por parte de todos los sectores de la sociedad” es lo que pide el Arzobispo de Dhaka, Patrick D'Rozario, en una declaración emitida después de los disturbios que han sacudido la capital, Bangladesh, ayer por la noche y esta mañana. Una impresionante manifestación del movimiento radical islámico “Hefajat-e-Islam” (Protector del Islam) anunciada en las últimas semanas (véase Fides 26/4/2013) ha traído a la capital a 200 mil militantes que han puesto patas arriba la ciudad, enfrentándose con la policía.
El balance de víctimas es de 29 muertos, entre ellos tres policías, más de 50 heridos, varios detenidos. La manifestación había sido autorizada para el domingo 5 de mayo, pero ha excedido el límite de tiempo y se ha vuelto violenta. Los manifestantes han atacado la sede del partido gobernante, la Awami League, han prendido fuego a más de 100 tiendas y al menos 50 coches, cometiendo actos vandálicos. El líder del movimiento “Hefajat-e-Islam”, Allama Shah Ahmad Shafi, ha sido detenido por la policía y enviado a Chittagong.
Según ha informado a la Agencia Fides la Iglesia local, el Arzobispo de Dhaka ha emitido un fuerte llamamiento a la paz, pidiendo que “se reconozca el derecho de todo creyente,sea cual sea su comunidad religiosa de pertenencia” y renovando un llamamiento a la cooperación, “para que se construya la solidaridad, la armonía y la paz en el país”.
“Hemos vivido momentos de miedo, pero ahora ha vuelto la calma. La policía ha permitido a los manifestantes abandonar la ciudad. Muchos vinieron de fuera. Ahora se ha emitido una prohibición de organizar reuniones y mítines políticos hasta la medianoche del lunes”, dice a Fides Benedict Rozario, un laico católico, Secretario de Cáritas Bangladesh, con sede en Dhaka.
Los manifestantes “han presentado un documento de 13 puntos - explica - que quiere que el Corán y la sharia estén en la vida civil, haciendo caso omiso de otras religiones”. Se pide, entre otras cosas, la ley de la blasfemia, con la pena de muerte para todo aquel que difama al Islam. “El gobierno ha expresado su desacuerdo en algunos puntos, y señalado que, en otros, las leyes existentes son suficientes. Como Iglesia Católica hemos expresado nuestra preocupación. El gobierno está haciendo todo lo posible para proteger a las minorías”, señala.
El Primer ministro Sheikh Hasina, que conduce un gobierno laico desde 2009, ha prometido que el gobierno “no permitirá ningún caos en nombre del Islam, religión de paz”. Los manifestantes critican al gobierno por una política definida como “anti-Islam”. El mes pasado, los activistas habían organizado una huelga general y una manifestación de unos 500 mil militantes, la mayor concentración política en décadas. (PA) (Agencia Fides 6/5/2013)


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