ASIA/INDONESIA - Víspera de las elecciones presidenciales, después del atentado en Yakarta - La presencia de militares y el Islam radical en el escenario político indonesio

jueves, 16 septiembre 2004

Yakarta (Agencia Fides) - Entre tensión e incertidumbre ha comenzado en Indonesia la última fase de la campaña electoral para las elecciones presidenciales que - en el segundo escrutinio en programa el 20 de septiembre - darán el nombre del primer presidente elegido de modo democrático en la historia de Indonesia. La última etapa de la campaña electoral dura tres días: hasta el viernes 17 de septiembre los candidatos podrán hablar a los electores en lugares públicos y a través de los medios de comunicación, pero están prohibidas la grandes manifestaciones en la calle.
Sobre la atmósfera que reina entre la gente, pesan las consecuencias del atentado del 9 de septiembre pasado contra la embajada australiana en Yakarta. La policía está realizando investigaciones y ha difundido en estos días las fotos y los nombres de 10 terroristas sospechosos de estar implicados en las matanzas de Bali (octubre del 2002), del hotel Marriot en Yakarta (agosto del 2003) y en el último de hace una semana en la capital.
Una fuente de Fides en la Iglesia indonesia ha afirmado que el atentado está ligado al terrorismo internacional, mas que al contexto político local. Pero la matanza, ocurrida en vísperas de las elecciones presidenciales, “ha causado miedo y preocupación entre la gente, y podrá tener por tanto repercusiones en el escenario político interno".
Se teme una consolidación del ejército y de los grupos de los lobby ligados a los militares que, tradicionalmente, siempre han contado mucho en el panorama político indonesio, que acaba prácticamente de salir de la dictadura del gen. Suharto en 1998.
Por ello, los dos candidatos en liza, el presidente saliente Megawati Sukarnoputri y el gen. Susilo Bambang Yudhoyono, en sus últimos discursos, han alabado el papel y la importancia del ejército para garantizar la estabilidad y la seguridad al país.
Lo que los observadores temen es una presencia demasiado marcada de los militares en la política: estos tienden a querer solucionar todos los problemas del vasto archipiélago indonesio, atravesado por tensiones de autonomías en diversas áreas, sobre todo con la lógica de las armas y la represión.
Otro desafío delicado que afronta el país en esta fase histórica es la difusión del islamismo radical. En Indonesia, el país musulmán más poblado del mundo (de una población de 210 millones de personas, el 85% son musulmanes) el Islam siempre se ha caracterizado históricamente por un rostro tolerante y pacífico. Recientemente la presencia de la red terrorista Jemaah Islamiah, difundida por el Sudeste asiático y responsable de numerosos atentados, ha creado desordenes y divisiones dentro de la comunidad musulmana. Pero las dos mayores organizaciones del Islam indonesio, Nahdlatul Ulama y Muhmmadya, afirman que los grupos extremistas islámicos constituyen en el país tan solo una exigua minoría, que debe ser extirpada.
En el primer turno de las elecciones presidenciales, realizadas en julio, venció el ex-ministro de Seguridad Yudhoyono, con el 33,57% de las preferencias, seguido de Megawati (26,60%) y del ex-general Wiranto, tercero con el 22,15% de los votos.
(PA) (Agencia Fides 16/9/2004 Líneas: 40 Palabras: 524)


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