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Roma (Agencia Fides) - “Ha sido un año difícil para la República Dominicana: el pasado mes de septiembre la isla sufrió primero las consecuencias de un terremoto que hizo mucho daño y afecto a dos diócesis, incluyendo la de Santiago de Los Caballeros, a continuación unas inundaciones que afectaron a dos diócesis y por último las inundaciones del 24 de mayo que son las que mas daño han provocado sobre todo en la ciudad de Jimaní. "Es la catástrofe más grande que hemos padecido en nuestra historia" afirma el Arzobispo de Santiago de los Caballeros, Mons. Ramón Benito de la Rosa y Carpio, en un coloquio con la Agencia Fides. “Pero hay que decir que hubo una gran solidaridad ante esta tragedia. Todas las diócesis se volcaron y también recibimos muchas ayudas del extranjero. El Obispo y el párroco de la ciudad realizaron un trabajo maravilloso. El reto nuestro ahora es poder seguir dando apoyo a esta región y conseguir que las personas consigan rehacer no solo su situación económica, de vivienda etc.. sino sobre todo sus vidas. Lo que tememos es que disminuyan las ayudas porque ahora vienen precisamente los meses mas difíciles”.
En la Republica Dominicana se plantea otro reto importante: las dificultades económicas que está viviendo el país ante una bancarrota, por la quiebra de tres bancos con grandes perjuicios en toda la población. Esto ha hecho que el nivel de vida de los dominicanos haya disminuido considerablemente y la clase media se haya hecho más pobre. “La Iglesia en la Republica Dominicana siempre ha tenido un compromiso fuerte con respecto a la nación- explica Mons. Benito - y siempre ha habido una cercanía y seguimiento del pueblo en todas sus situaciones y problemas. Por ello, en esto momentos el reto que se nos presenta es acompañar al país y mantener viva su fe y esperanza. Cada año tenemos un lema y el de este años es “Es hora de darnos la mano; es tiempo de esperar”, una esperanza basada en el amor y en la solidaridad”.
El Arzobispo de Santiago de los Caballeros, que recibió el Palio de manos de Juan Pablo II el pasado 29 de junio, describe a la Agencia Fides la situación de la Iglesia en la República Dominicana con estas palabras: “La Iglesia en la República Dominicana es muy dinámica, con gran participación del laicado y de la vida consagrada y un fuerte deseo de crecimiento y formación. Además es la institución con más alto índice de credibilidad. La presencia de la Iglesia se realiza a través de un organismo que funciona desde hace 20 años, llamado Comisión del Dialogo Nacional, coordinada por un sacerdote nombrado por la Conferencia Episcopal Es una de las grandes instituciones que hemos tenido en la RD y que nos ha salvado de muchos problemas y situaciones difíciles. Los Obispos han acompañado siempre la realidad del país”.
La Iglesia en la Republica Dominicana está trabajando en estos momentos en el Tercer Plan Nacional de Pastoral. "Es una experiencia muy interesante - explica el Arzobispo -. Que comenzamos el año 1983 en el ámbito de preparación al quinto centenario de la Evangelización. El Primer Plan Pastoral dio mucha unidad a la Iglesia Dominicana y ahora estamos en la fase preparatoria el tercero. Partimos de unas líneas generales para todo el país y después cada diócesis lo aplica según su propia realidad. Para ello pensamos un modelo ideal al que queremos llegar, viendo la situación dentro y fuera de la Iglesia, buscamos respuestas adecuadas”
"Mi Archidiócesis - concluye Mons. Ramón Benito - es la región más evangelizada de la República Dominicana, aquí han nacido el mayor número de vocaciones. Es una región con mucha fe y mucha vida. Por ello, mi objetivo principal es ante todo, potenciar esta realidad, para que siga dando fruto y al mismo tiempo nos haga más misioneros hacia el exterior, además seguiré acompañando el laicado para que de su testimonio de fe y trabaje en todos los campos de la sociedad". (R.G) (Agencia Fides 13/7/2004 - Líneas: 48 palabras: 706)
