VATICANO - El ángelus del Papa desde el Valle de Aosta: "En el silencio el hombre logra escuchar, en lo íntimo de la conciencia, la voz de Dios, que verdaderamente le hace libre. Y las vacaciones pueden ayudar a redescubrir y cultivar esta indispensable dimensión interior de la existencia humana."

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Desde el lunes 5 de julio, el Santo Padre, Juan Pablo II, se encuentra en Les Combes (Introd), en el Valle de Aosta, dónde transcurre un breve período de descanso. A mediodía, desde el chalé dónde reside, el Papa dirigió el rezo del ángelus. Después de haber saludado con cariño a los presentes, el Papa dio las gracias a todas las Autoridades del Valle de Aosta por la hospitalidad y al Obispo de Aosta, Giuseppe Anfossi, junto a toda la Comunidad eclesial. "En este oasis de quietud, frente al maravilloso espectáculo de la naturaleza, se experimenta fácilmente cuán provechoso es el silencio, un bien cada vez más raro hoy - dijo el Santo Padre -. Las múltiples oportunidades de relación e información que ofrece la sociedad moderna amenazan a veces, con quitar espacio al recogimiento, hasta hacer a las personas incapaces de reflexionar y rezar. En realidad, sólo en el silencio el hombre logra escuchar en el íntimo de la conciencia la voz de Dios, que verdaderamente le hace libre. Y las vacaciones pueden ayudar a redescubrir y cultivar esta indispensable dimensión interior de la existencia humana."
Luego el Papa señaló a Maria Santísima como "el modelo perfecto de escucha de Dios, que habla al corazón humano", y bendijo la estatua de la "Virgencita del Gran Paraíso", restaurada 50 años después de haber sido colocada sobre la cima de esa majestuosa montaña. "Maria, a quien celebraremos como Reina del Monte Carmelo dentro de pocos - concluyó el Santo Padre -, os ayude a percibir en la belleza de la creación un reflejo de la gloria divina, y nos aliente a buscar con todas nuestras energías la cumbre espiritual de la santidad”. (S.L) (Agencia Fides 12/7/2004 - Líneas: 23 Palabras: 336)