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Bujumbura (Agencia Fides) - "Todos aplauden los progresos realizados hacia la paz, pero parecen olvidar que fuera de la capital, para miles de personas, la guerra continua " afirma Alison Des Forges, responsable de la división de África de la organización humanitaria Human Rights Watch, que ha presentado una relación sobre las violencias en el mundo rural en Burundi.
La relación, titulada "Suffering en Silence: Civilians in Continuing Combat in Bujumbura Rural", afirma que en las campañas burundesas, los civiles siguen siendo víctimas de todos los beligerantes: militares del ejército regular, sus nuevos aliados del FDD (Fuerzas por la Defensa de la Democracia, ex guerrilleros que alcanzaron un acuerdo de paz con el gobierno en noviembre del 2003) y los milicianos de las Fuerzas Nacionales de Liberación (FNL). A pesar del acuerdo con los FDD, los combates continúan a causa del rechazo de las Fuerzas Nacionales de Liberación de sentarse a la mesa de negociaciones. Los que sufren las consecuencias son los civiles, obligados a abandonar campos y viviendas para huir de las violencias. Human Rights Watch, reconduce algunos ejemplos: a 15 kilómetros al sur de Bujumbura, 25.000 personas se han visto obligadas a huir del ayuntamiento de Kabezi. Otras 25.000 huyeron del cercano ayuntamiento de Mutambu, al sureste de la capital.
La relación de Human Rights Watch afirma que la misión de paz de las Naciones Unidas en Burundi (cerca de 3.000 militares procedentes de Sudáfrica, Etiopía y Mozambique) tiene que empeñarse con mayor determinación en proteger a la población civil.
Burundi se ve afectado desde 1993 por una guerra civil que ve contrapuestos al ejército gubernativo, formado en gran parte de tutsi y a diversos movimientos de guerrilla hutu. Hasta ahora el conflicto ha provocado al menos 300.000 muertos. (L.M) (Agencia Fides 25/6/2004, Líneas: 24 Palabras: 311)
