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Buenos Aires (Agencia Fides) –"Para que la fiesta sea completa, y para todos, debemos compartir nuestra alegría también con los demás. Debemos llevar amor y paz allá donde haya rencor, odio y envidia". Es el pedido del Arzobispo de Buenos Aires y Primado de Argentina, el Cardenal Jorge Mario Bergoglio, durante la tradicional Misa Arquidiocesana de la infancia, celebrada el sábado 24 de octubre en el Estadio Polivalente Mary Terán de Weiss, en el Parque Roca.
Según los organizadores, en el evento participaron más de 10 mil niños provenientes de las cuatro vicarías de la Arquidiócesis, cada una distinguida con un color: verde (Devoto), rojo (Belgrano), amarillo (Centro) y celeste (Flores).
Durante la celebración, fueron presentados testimonios, recogidos durante la misión arquidiocesana, de algunos niños que viven en situación de pobreza. Estos niños pidieron a Dios "que todos tengamos algo para comer", "que todos tengan una casa caliente", que "todos tengamos atención y afecto", y que "hayan menos niños tristes". Además rezaron para que "cuidemos a los abuelitos" y "todos los niños del mundo tengan una familia".
Antes de terminar la Santa Misa, el Arzobispo renovó la consagración de la ciudad de Buenos Aires y el corazón de los niños a Santa Teresa del Nino Jesús. La iniciativa, organizada por el Vicariato Episcopal para la Infancia, fue celebrada al final de una campaña de solidaridad para recoger fondos para los comedores infantiles de los barrios pobres de la ciudad. (ver Fides 21/10/2009). (GT) (Agencia Fides 26/10/2009 líneas 16, palabras 243)
