VATICANO - En la audiencia general Benedicto XVI exhorta a sostener la Iglesia africana que “no solo propaga y profundiza la fe en Cristo, sino también da ayuda a los pueblos que sufren” y recuerda que “el mes de octubre nos invita a renovar nuestra activa cooperación a la misión de la Iglesia”

jueves, 22 octubre 2009

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – “Está a punto de concluirse el Sínodo por África. Como sabéis, la Iglesia en ese continente, a pesar de las muchas dificultades, crece continuamente. No sólo propaga y profundiza la fe en Cristo, sino también da ayuda a los pueblos que sufren a causa de la pobreza, de los conflictos o de la falta de acceso a la instrucción y a la sanidad. ¡Que no le falte nuestro sostén espiritual y material!” Son las palabras con que el Santo Padre Benedicto XVI se ha dirigido a los fieles de lengua polaca durante la audiencia general del miércoles 21 de octubre, recordando así el Sínodo por África que se está concluyendo y el compromiso en sustentar la Iglesia africana.
En el saludo a los peregrinos italianos ha expresado otra llamada a la misión de la Iglesia. El Papa ha dirigido un pensamiento particular a los participantes del Capítulo General de los Misioneros Combonianos del Corazón de Jesús, que se está realizando en Roma: “mientras doy las gracias a esta Familia religiosa por el trabajo misionero que desarrolla sobre todo en África – ha dicho el Pontífice -, deseo que continúe con renovado esfuerzo apostólico, a hacer cada vez más actual en el mundo el carisma de San Daniele Comboni”. Por fin a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados, Benedicto XVI ha recordado que “el mes de octubre nos invita a renovar nuestra activa cooperación en la misión de la Iglesia”, y los ha exhortado para que: “con las frescas energías de la juventud, con la fuerza de la oración y el sacrificio y con las potencialidades de la vida conyugal, sepáis ser misioneros del Evangelio, ofreciendo vuestra ayuda concreta a cuántos trabajan dedicando su entera existencia a la evangelización de los pueblos”.
En su catequesis el Papa se ha detenido en San Bernardo de Claraval, recordando dos aspectos centrales de su rica doctrina, referidos a Jesucristo y María Santísima. “Para Bernardo – ha dicho Benedicto XVI - el verdadero conocimiento de Dios consiste en la experiencia personal profunda de Jesucristo y de su amo. Esto, queridos hermanos y hermanas, es válido para todos los cristianos: la fe es ante todo un encuentro personal con Jesús y experimentar su cercanía, su amistad y su amor, y solo así se aprende a conocerlo más, a amarlo e a seguirlo siempre. ¡Que esto pueda ocurrirnos a cada uno de nosotros!”. Con respecto a la intima “participación de María al sacrificio redentor del Hijo! Bernardo subraya que “a través de María llegamos a Jesús. El confirma claramente la subordinación de María a Jesús, según los fundamentos de la mariología tradicional. Además… documenta claramente el puesto privilegiado de la Virgen en la economía de la salvación merced a la participación especial de la Madre en el sacrificio del Hijo”.
Concluyendo la catequesis, Benedicto XVI ha puesto en videncia que “a veces se quieren resolver las cuestiones fundamentales sobre Dios, el ser humano y el mundo, solo con la fuerza de la razón. San Bernardo, en cambio, sólidamente anclado en la Biblia y en los Padres de la Iglesia, nos recuerda que sin una fe profunda en Dios, alimentada por la oración y la contemplación, de una intima relación con el Señor, nuestras reflexiones sobre los misterios divinos corren el peligro de transformarse en mero ejercicio intelectual y pierden su credibilidad… Al final, la figura más verdadera del teólogo y de todo evangelizador es la del apóstol Juan, que apoyó su cabeza en el corazón del Maestro”. (S.L.) (Agencia Fides 22/10/2009)


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