ÁFRICA/ANGOLA - El Arzobispo de Luanda condena la práctica del desalojo forzado

miércoles, 7 octubre 2009

Luanda (Agencia Fides)- Su excelencia Mons. Damião António Franklin, Arzobispo de Luanda y presidente de la Conferencia Episcopal de Angola y São Tomé condeno la brutalidad de las demoliciones efectuadas recientemente en la capital angoleña y el desalojo forzado de la población que habitaba en dichos edificios.
Según Radio Ecclesia, la principal radio católica de Angola, Mons. Franklin expresó su preocupación durante un encuentro con los misioneros ante el Seminario Mayor de Luanda. El Arzobispo recordó la posición de los Obispos sobre la cuestión dada a conocer en varias ocasiones a través de los medios de comunicación. La Iglesia pide conciliar el necesario respeto de las leyes urbanísticas, con los principios de humanidad y caridad, evitando utilizar métodos brutales para desalojar a la gente que vive en asentamientos irregulares.
Mons. Franklin afirmó que era conciente de como el plan regulador de Luanda es una cuestión “muy compleja”, que debe tener en cuenta varios factores, pero que muchas veces son los pobres los que terminan por ser los más afectados con los nuevos proyectos urbanísticos.
Hay habitaciones abusivas construidas por los campesinos que se han instalado en la capital, obligados por las circunstancias a ingeniárselas para poder alojar en algún lugar a su familia. Pero junto a estas personas, que actúan por necesidad, también hay otras, recordó Mons. Franklin, que actúan por intereses particulares, y que quieren mantener este estado de anarquía. “Por lo tanto – concluyó el Arzobispo de Luanda – si por un lado hay errores por el otro es necesaria la colaboración”.
Al inició de la semana, unas 15 mil personas fueron desalojadas de sus modestas casas (que deberán ser destruidas) en los barrios de Kilamba Kiaxi, un municipio que pertenece a la provincia de Luanda.
La policía interrumpió una marcha de protesta de los desalojados que querían llegar hasta el palacio presidencial
Según un estudio realizado en el 2008 por Amnesty International y por el Centro de Derecho a la Vivienda y contra los Desalojos de Ginebra (COHRE), la práctica del desalojo en África ha alcanzado proporciones epidémicas, con más de tres millones de africanos que han sido obligados a dejar sus propias casas desde el 2000. En Luanda el menos unas 6,000 familias han sido desalojadas y sus casas demolidas desde el 2001. Muchas de estas familias, que no han recibido ninguna compensación, han sido robadas de sus propiedades por aquellos que realizaron el desalojo y ahora no tienen donde vivir. (L.M.) (Agencia Fides 7/10/2009 líneas 32 palabras 415)


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