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Stuttgart (Agencia Fides) – En Europa y en todo el mundo aumentan las reacciones de rechazo a los extranjeros, migrantes y refugiados, hasta llegar a graves episodios de violación de derechos humanos. El título de la “Fiesta-Escalabriniana de los Frutos 2009” celebrada del 2 al 4 de octubre: “El encuentro con el extranjero: ¿un camino para abrirse a Dios y al mundo?” es una de esas preguntas que nos impulsan a ir a la raíz de nuestras relaciones con los otros, con cada persona. Jóvenes, adultos, familias con niños, unas 300 personas de 32 nacionalidades distintas participaron en esta Fiesta internacional, una iniciativa del Centro de Espiritualidad de los Misioneros Escalabrinianos – cuyo director es el P. Gabriele Bortolamani CS – en colaboración con las Misioneras Seculares Escalabrinianas.
El encuentro-desencuentro generado por las migraciones es en el fondo una muestra que evidencia los aspectos positivos y problemáticos de las relaciones cotidianas también entre ciudadanos del mismo país, entre amigos y en las familias. “En el amor al próximo la verdadera cuestión ha sido siempre la de la cercanía y la de la evidencia que disturba nuestro natural egocentrismo” afirmó el principal relator del Forum, el Prof. Jörg Splett, filósofo de la religión y antropólogo alemán. Este evidenció como ninguna persona puede ser reducida a un medio para alcanzar un objetivo y como su dignidad es inviolable. Cada uno ha sido llamado personalmente por el Creador y es un único e irrepetible TU de Dios, él cual asumió nuestra humanidad en el Hijo Jesús. Esta dignidad no puede ser disminuida, no depende del color de la piel o del permiso de residencia, sino que vale para todas las formas de vida. La llamada personal de Dios se funda también en el aprecio por lo distinto. Cada persona nos ofrece un punto de vista insustituible y es esencial para el desarrollo de nuestra misma identidad.
El itinerario formativo de las Fiestas internacionales busca – a través de la profundización en la fe cristiana – crear una experiencia de relaciones de acogida. En estas ocasiones los migrantes, refugiados y autóctonos se pueden encontrar en igualdad de condiciones y buscar caminos de comunión en la diversidad, tomando conciencia, como afirmó P. Gabriele Bortolamai, de la pertenencia a una única familia humana. El próximo encuentro en este camino será la Fiesta-Escalabriniana de Primavera en el Centro Internacional de Solthurn (Suiza) del 30 al 2 de mayo del 2010 y los encuentros mensuales entre jóvenes en Milán, Roma, Solothurn, Stuttgart, San Pablo (Brasil) y Ciudad de México. (L. D.) (Agencia Fides 7/10/2009 líneas 31 palabras 442)
