ÁFRICA/ERITREA - Sobre Capítulo General, misioneros Combonianos expresan “solidaridad y comunión” a la iglesia y al pueblo eritreo

viernes, 25 septiembre 2009

Asmara (Agencia Fides)- “Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros?” (Rm 8:31). Con estas palabras de san Pablo, nosotros, delegados del 17º Capítulo General, queremos expresar nuestra solidaridad y comunión a todos vosotros, queridos hermanos, a la Iglesia local y a todo el pueblo eritreo”, escriben los delegados del Capítulo General de los misioneros Combonianos en un mensaje enviado a Agencia Fides. “Estamos desconcertados por los trágicos eventos que se dan en vuestro país –prosigue el mensaje-. “Los informes que nos ha presentado la delegación confirman que estáis abrazando la cruz en este tiempo de prueba y de aprensión, siguiendo el camino de san Daniel Comboni. Es admirable que camináis con la gente con fe y esperanza, a la espera de un nuevo signo de María, arca misericordiosa de la Alianza. Gracias por ser “testigos de esperanza cristiana”, la esperanza que impide que sea extinta la luz de Cristo en cualquier dificultad en la que uno se encuentre”.
“Que nadie tenga que sufrir como asesino, ladrón, malhechor o delator. Pero si sufre por ser cristiano, que no se avergüence y glorifique a Dios por llevar ese nombre.” (1 Pt. 4:15-16).
Estáis sufriendo por una noble causa, y os alentamos a ser fuertes y proseguir el camino con la gente, conduciéndola a la paz y a la reconciliación.
“Que nuestra madre y señora Fidane Mehret interceda por Eritrea”, concluyen los delegados del Capítulo.
En los últimos años, diversas organizaciones humanitarias han denunciado graves violaciones de derechos humanos en Eritrea. “El gobierno está transformando el país en una gigantesca prisión. La Eritrea debería considerar inmediatamente los cientos de detenidos “desaparecidos” y consentir un examen independiente de sus prisiones”, afirmó Georgette Gagnon, directora de la sección África ante el Human Rights Watch, al presentar en abril un reporte sobre la situación de los derechos humanos en el país del Cuerno del África. En particular en lo que se refiere a la obligación al servicio militar extendido por un tiempo indefinido (el reporte se intitula “Service for Life: State Repression and Indefinite Conscription in Eritrea”).
Amnesty International describe así la situación eritrea: “El gobierno ha prohibido periódicos independientes, partidos de oposición, organizaciones religiosas no registradas y cualquier tipo de actividad de la sociedad civil. Unos 1200 han pedido asilo, eritreos repatriados forzadamente por Egipto y por otros países han sido detenidos a su llegada. Análogamente, miles, entre prisioneros de conciencia y prisioneros políticos, se han quedado detenidos tras años pasados en la cárcel. Las condiciones de las prisiones son pésimas. Aquellos que eran percibidos como disidentes, desertores y cuantos habían evitado el servicio militar obligatorio, u otros que habían criticado al gobierno, han sido, junto con sus familias, sometidos a castigos. El gobierno ha reaccionado en modo perentorio contra todo tipo de crítica en materia de derechos humanos”. (L.M.) (Agencia Fides 25/9/2009; líneas 36, palabras 489)


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