ASIA/THAILANDIA - “No al cierre de centros y escuelas católicas para niños inmigrantes”: manifiesta la sociedad civil tailandés

jueves, 17 septiembre 2009

Bangkok (Agencia Fides) –La comunidad católica tailandés tiene, entre sus principales actividades en el campo de la solidaridad, la acogida, asistencia, escolarización de los niños de familias de inmigrantes que llegan a Tailandia de los países limítrofes dónde la situación político-social es difícil, como Myanmar, Laos, Camboya. Los niños a menudo son víctimas del tráfico de seres humanos, organizado por la criminalidad, y encuentran en las estructuras católicas un ancla de salvación, lugares dónde reconquistar la dignidad y poder crecer a nivel humano, cultural y espiritual.
Wanchat Wongchaichana, nuevo gobernador de la provincia de Ranong, en la Tailandia meridional - un territorio que se extiende a lo largo del confín sudoccidental con el Myanmar - ha anunciado su intención de cerrar todos aquellos centros y aquellas escuelas que se ocupan de niños inmigrantes, para contrastar el fenómeno de la inmigración clandestina: en la provincia son 96, muchos administrados por institutos religiosos católicos. Informa la Agencia Fides tomado de la Iglesia Tailandesa.
El anuncio ha generado una grande protesta en la sociedad civil local, orquestada por las organizaciones de los derechos humanos, asociaciones y movimientos eclesiales, religiosos activos en el servicio a los inmigrantes.
El Jesuit Refugee Service, organización muy empeñada en la zona, ha advertido que la medida puede tener como efecto un aumento del tráfico de menores, del número de los niños soldado y de la prostitución infantil, con un enorme daño a la comunidad civil de Ranong. En los centros gestionados por los Jesuitas, hay más de 800 niños birmanos, sobre todo de etnia Mon, entre los 5 y los 14 años.
Todos esperan que el anuncio del gobernador no se traduzca en ley: la lucha a la clandestinidad no puede repercutir sobre la vida de la infancia. (PA) (Agencia Fides 17/09/2009)


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