AFRICA/NIGERIA - “El pecado ha hecho de nosotros un pueblo enfermo y herido” afirman los obispos nigerianos que condenan cualquier forma de violencia.

jueves, 17 septiembre 2009

Abuja (Agencia Fides)- “Condenamos la violencia cualquiera que sea el pretexto y la proveniencia. Condenamos sobretodo, los episodios violentos por los cuales sus autores revindican, en modo fraudulento y blasfemo, justificaciones religiosas” afirman los obispos de Nigeria en un comunicado emitido al finalizar la segunda reunión plenaria de la Conferencia Episcopal de Nigeria (CBCN), tenida en Kafanchan, Kaduna del 7 al 12 de septiembre, sobre el tema “Conversión para la justicia y la reconciliación”. En el documento enviado a la Agencia Fides, los obispos recuerdan que “ la Constitución de la Republica Federal de Nigeria garantiza la libertad religiosa de cada ciudadano nigeriano. Pero algunos nigerianos malinterpretan su derecho a la religión como el derecho de perseguir a otros nigerianos de diversa convicción religiosa. El derecho a propagar una religión no se debe ejercer de modo que viole los derechos de personas de otras religiones. Deploramos el uso y abuso de la religión para pisar los derechos de los demás”
“La cultura de la violencia prevalece en nuestro País” continúa el documento. “Lo vemos en los atracos a mano armada, en las matanzas rituales, en la conducción peligrosa en nuestras carreteras, en el matar en nombre de la religión, sólo por citar algunos aspectos. Con este propósito expresamos grave preocupación por los acontecimientos recientes en algunas partes del Norte. Estamos profundamente adolorados y condenamos firmemente la pérdida de vidas humanas y los ingentes daños materiales causados por la secta religiosa, Boko Haram. Ofrecemos nuestro más sentido pésames a todas las víctimas y nuestra solidaridad a todos los que han padecido graves daños materiales, independientemente de la pertenencia étnica o religiosa. Rogamos a Dios que tenga piedad de todos estos muertos”. En agosto al Norte de Nigeria graves choques opusieron las fuerzas del orden a los miembros de la secta Boko Haram, que se bate en particular contra las instrucciones de tipo occidental. Las víctimas han sido más de 2000, muchas de los cuales por su pertenencia religiosa.
Los Obispos critican la inacción de las autoridades gubernativas, que incluso teniendo la información necesaria, no han intervenido para parar a tiempo a los extremistas. “Tomamos acto con tristeza y desilusión que, a pesar del conocimiento de la existencia y los planes de la secta Boko Haram, y a pesar de las relaciones presentadas a las autoridades competentes, la inercia del gobierno ha permitido a la secta de destruir más de 2000 vidas antes de que la insurrección fuera suprimida. No tenemos una democracia digna de este nombre si el gobierno no logra proteger la vida y las propiedades de los ciudadanos”.
Los Obispos, sin embargo, han alabado el gobierno nigeriano por la amnistía general concedida a los militantes del Delta del Níger (rica en petróleo) exhortándolo “a continuar por la vía de la drástica mejora de la calidad de vida del pueblo del Delta del Níger. No es suficiente agitar una rama de olivo. La situación en el Delta del Níger está intensamente arraigada en la injusticia. Es sencillamente injusto empobrecer a las personas que viven sobre la tierra que produce la mayor parte de la riqueza de Nigeria. Pedimos al gobierno de mantener las promesas sobre el desarrollo de las poblaciones del Delta del Níger”. Entre otros males denunciados por los Obispos, está la corrupción difusa a todos los niveles. “En la raíz de nuestros sufrimientos está la ausencia de una justa relación entre nosotros y Dios y la ausencia de la justa relación entre nosotros. Nuestros aparentemente incurables males sociales son síntomas de una enfermedad más profunda y crónica, es decir, el pecado. El pecado ha hecho de nosotros un pueblo enfermo y herido” escriben los Obispos.
“Sin la fuerza que viene de lo alto no puede haber una verdadera conversión. Tenemos que confiar nuestro país en las manos de Dios. Recemos, por intercesión de la Beata Virgen María, Reina de Nigeria, y de San Juan María Vianney, agente y ejemplo de conversión, que a los nigerianos se nos conceda la gracia de colaborar con Dios, en solidaridad los unos con los otros para transformar nuestra nación” concluye el mensaje(L.M.) (Agencia Fides 17/9/2009)


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