VATICANO - El Premio “Cardenal Van Thuan” al Gran Duque Enrique de Luxemburgo; los Premios “Van Thuân-Solidaridad y Desarrollo” otorgados a una asociación misionera italiana, a un proyecto para detenidos en Bogotá, a un centro para no videntes en Tailandia y a iniciativas educativas y sociales en favor de los habitantes de las periferias degradadas en Francia

miércoles, 16 septiembre 2009

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Su Alteza Real el Gran Duque Enrique de Luxemburgo, primogénito del Gran Duque Juan y de la Gran Duquesa Josefina-Carlota de Luxemburgo, ha sido designado como el vencedor del premio intitulado al Cardenal Van Thuân. La Fundación San Mateo, instituida en el 2007 por el Pontificio Consejo “Justicia y Paz” “para seguir – como se lee en el estatuto de fundación – recordando a un eminente testigo evangélico de la fe, de la esperanza y de la caridad y un convencido asertor de la necesidad de profundizar y difundir la doctrina social de la Iglesia, reconoce que su testimonio cristiano constituye una herencia que no puede perderse y que debe dar fruto”. Por esto el Cardenal Renato Raffaele Martino, Presidente del Pontificio Consejo “Justicia y Paz”, presentando la ceremonia de entrega del premio, que se realizará el miércoles 16 de setiembre en el Palacio Colonna en Roma, subrayó que “el Premio Van Thuân coloca todo su sentido en la herencia humana y espiritual del Cardenal Van Thuân. Su sufrimiento durante los trece años de injusta reclusión en las cárceles vietnamitas invita a vigilar para que los derechos humanos sean defendidos y promovidos y el cardenal Van Thuân, con su extraordinario testimonio de vida, nos enseña que, a través de la paz auténtica, el perdón sincero, y la esperanza viva y fiel al mensaje evangélico, se puede luchar por la defensa de la dignidad del hombre”.
Este año la estatua de San Mateo, símbolo del Premio, será entregada al Gran Duque Enrique de Luxemburgo. Casado desde hace 28 años con María Teresa Mestre, padre de cinco hijio, miembro activo de la “Mentor Foundation”, creada bajo el patrocinio de la Organización Mundial de la Salud para prohibir el consumo de drogas entre los jóvenes, fundador con su mujer de la “Fondation Grand-Duc Henri-Grande-Duchesse Maria Teresa” con fines asistenciales y humanitarios, sobre todo el Gran Duque “vive concretamente los principios católicos, en particular la defensa de la vida y de la libertad religiosa”.
Junto al Premio para personalidades insignes, la Fundación otorgará también el “Premio Van Thuân-Solidaridad y Desarrollo”, que “se dirige a Instituciones, Entes, Asociaciones que llevan a cabo proyectos humanitarios que operan en Países en vías de desarrollo para la defensa de los derechos humanos, a través de la promoción y la difusión de los principios evangélicos, siguiendo las líneas guía de la doctrina social de la Iglesia”. A diferencia del Premio Van Thuân, el Premio Van Thuân-Solidaridad y Desarrollo, se “caracteriza por un apoyo concreto a las obras que los proyectos realizan. El aporte en dinero es signo tangible de la cercanía y de la atención de la Fundación San Mateo para que los proyectos humanitarios premiados, escogidos entre numerosos candidatos, alcancen el fin benéfico que se han prefijado”.
Los cuatro vencedores de este premio son: la COMIS, una asociación misionera para la evangelización y el crecimiento de los países en vías de desarrollo nacida en 1989 en la Parroquia Virgen de Fátima, en Salerno. El proyecto Alas, de la Fundación “Caminos de Libertad” – creada en 1997 por la Arquidiócesis de Bogotá, en Colombia – que quiere construir un centro que prevé 10 alojamientos con capilla, aulas, talleres de formación para iniciar en el trabajo, ambulatorios y consultorios psicológicos para los detenidos, los ex-detenidos y sus familias, con una atención particular a los detenidos extranjeros y sus familiares. El “Skills Development Centre for the Blind”, guiado por don Carlo Velardo, sacerdote salesiano, con sede en Pakkred, Nont’Haburi, en Tailandia, que se ocupa de ayudar a persona no videntes (ver Fides 19/5/2006). Finalmente “Le Rocher”, una asociación – nacida por una intuición de Cyril Tisserand, un joven y valiente hombre de la Comunidad del Emanuel – que tiene como objetivo realizar acciones educativas y sociales al servicio de la población de los barrios de las ciudades de Francia en donde la delincuencia, la marginación y la violencia son muy frecuentes. (M.T.) (Agencia Fides 16/9/2009; líneas 44, palabras 651)


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