AMERICA/ARGENTINA - En el mes de la Infancia y Adolescencia Misionera, se conmemoran los 160 años de la presencia de la Obra Pontificia en Argentina; “en los niños y adolescentes más necesitados podemos reconocer el rostro de Jesús”

martes, 1 septiembre 2009

Buenos Aires (Agencia Fides) – Como cada año, las Obras Misionales de Argentina, han celebrado en todo el país, durante todo el mes de agosto, el “mes de la Infancia y de la Adolescencia Misionera–IAM”. La Jornada Misionera Nacional se ha celebrado el domingo 23 de agosto, con el tema “160 años de amistad con Jesús… Sembrando Vida en Argentina”.
“La Jornada Nacional de la Infancia y Adolescencia Misionera de este año reviste un valor singular” se lee en el mensaje escrito para la ocasión por el Director Nacional de las POM de Argentina, P. Osvaldo Leone, enviado a la Agencia Fides, ya que se conmemoran los 160 años de historia de la Pontificia Obra de la Santa Infancia, transformada posteriormente en IAM.
Dicha jornada ha propuesto “a los niños y adolescentes de todas las diócesis un programa de vida fundado en la oración, el sacrificio y gestos concretos de solidaridad, como camino de formación de los discípulos misioneros de Jesús” y para serlo “en una relación de amistad con los niños y adolescentes del mundo entero”.
“Sabemos bien que este compromiso de misión y de solidaridad no se limita a algunas semanas o solamente al mes de la IAM – ha escrito el P. Leone -, sino que se extiende a toda la vida”. Por eso, una vez más, es necesario levantar el animo para “responder generosamente a las innumerables peticiones de ayuda que llegan de los países más pobres que el nuestro.”.
Afortunadamente, “existen bellísimas historias de chicos que, para ayudar a sus amigos, se han implicado en el dolor y sufrimiento de muchos otros chicos como ellos; para liberarlos de la obligación de combatir, han renunciado a un juguete o a una diversión costosa; y para financiar los libros de catecismo o para construir escuelas en zonas de misión, se han comprometido a realizar diferentes formas de ahorro”, escribe el Director Nacional. Por esto, todos están llamados a “participar en este milagro” y es justo en “estos niños y adolescentes más pobres y necesitados” – se continua leyendo en el texto - que “podemos reconocer el rostro de Jesús”, del mismo modo en que vivieron “grandes misioneros como Francisco Javier, Mateo Ricci, Carlos de Foucauld, la madre Teresa de Calcuta y tantos otros”.
“Las necesidades de los niños del mundo son tan numerosas y complejas – añade el P. Leone – que ninguna renuncia y ningún gesto de solidaridad, por grande que sea, bastaría para resolverlos. Es necesaria la ayuda de Dios”. Con este propósito, el Director Nacional de las POM, recordando que los miembros del IAM asumieron como compromiso el rezo de un avemaría al día reconociendo que “la eficacia de la misión está, ante todo, en la oración”, los invita a “perseverar en esta hermosa práctica con un compromiso renovado”.
Como conclusión del Mensaje, se recuerda la práctica del Rosario misionero, con la decena “blanca” por la vieja Europa, “para que sea capaz de recuperar la fuerza evangelizadora que ha engendrado tantas Iglesias”; la decena “amarilla” por Asia, “que rebosa de vida y de juventud”; la decena “verde” por África, “probada por el sufrimiento, pero disponible al anuncio”; la decena “roja” por America, “promesa de nuevas fuerzas misioneras” y la decena “azul” por Oceanía, “que espera una difusión más profunda del Evangelio”.
En ocasión del 160 aniversario de la Pontificia Obra de la Infancia y de la Adolescencia Misionera en Argentina, el Santo Padre Benedicto XVI a enviado a todos los miembros Su Bendición Apostólica a través del Secretario de Estado, el Cardenal Tarcisio Bertone. Dirigiéndose a los niños, adolescentes y a los animadores del IAM, el Sumo Pontífice los “encomienda fervientemente en su plegaria, pidiendo a Dios que esta efeméride sea un fuerte estimulo para que se incremente su ardor evangelizador y sean cada vez más discípulos auténticos de Jesucristo”. Impartiendo con afecto la Bendición Apostólica, “prenda de copiosos dones celestiales”, el Papa concluye “invocando la maternal intercesión de Nuestra Señora de Luján” (GT). (Agencia Fides 1/9/2009)


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