AMÉRICA/GUATEMALA - Mensaje por la Jornada Nacional del Migrante: “Ninguna comunidad cristiana podrá considerarse tal, si no acoge con solicitud y cariño a los hermanos y hermanas migrantes”.

lunes, 31 agosto 2009

Ciudad de Guatemala (Agencia Fides) – “La migración y la fe” es el título del Mensaje escrito por Mons. Álvaro Ramazzini, Obispo de San Marcos y Presidente de la Pastoral de la Movilización Humana de la Conferencia Episcopal de Guatemala, con motivo de la Jornada Nacional del Migrante, que se celebra en el país americano el próximo domingo 6 de septiembre.
“Ninguna comunidad cristiana podrá considerarse tal, si no acoge con solicitud y cariño a los hermanos y hermanas migrantes”, se lee en el testo. Frecuentemente, sucede que “para miles de cristianos, católicos y no católicos, los sufrimientos, las dificultades, las angustias, los sueños, las ilusiones y las esperanzas de los migrantes están ahí sin golpear su conciencia y sentimientos”. Frente a esta situación, es necesario reafirmar la “opción preferencial por los pobres”, la misma que fue reafirmada por los Obispos en Aparecida, como realidad “que debe atravesar todas nuestras estructuras pastorales”. Donde hay personas víctimas de una sociedad “injusta y excluyente”, hombres y mujeres “heridos por la falta de oportunidad”, los cristianos están llamados a llevar su aporte, ejercitando “genuinamente su fe”.
Para Mons. Ramazzini “la fe nos ayuda a ver en el fenómeno de la migración una oportunidad única para practicar la compasión y el amor del Buen Samaritano”. Por lo tanto es necesario superar “superar una visión y prácticas meramente asistencialistas, también necesarias, para buscar conjuntamente como Iglesia, pueblo de Dios, Cuerpo del Señor, los modos y las estrategias para lograr políticas migratorias que respeten la dignidad y protejan la vida de las y los migrantes”.
“Si queremos ser creyentes que vivimos lo que creemos, no podemos ser ajenos a la situación actual de los migrantes que cada día tienen que exponer sus vidas, debido a los peligros que encuentran en el viaje”, se lee también en el texto.
Al mismo tiempo, escribe el Obispo de San Marcos, “es justo agradecer a Dios por el compromiso apostólico de tantos migrantes que al llegar a sus lugares de destino”, y que “se han convertido en evangelizadores que comparten su experiencia de fe” en las comunidades que los han acogido. Mediante su empeño apostólico y misionero, “ayudan a presentar la Iglesia como la Esposa resplandeciente, sin mancha y sin arruga”.
En la segunda parte del Mensaje, los miembros de la Comisión Episcopal de la Movilización Humana presentaron algunos contenidos de la declaración resolutiva del encuentro sobre “Crisis económica mundial y migraciones”, realizado durante la primera semana de junio en Tecún Umán (ver Fides 3 junio 2009). Entre estos, el pedido a las Autoridades para buscar “a través del diálogo consensos” y “solución a las raíces que causan la migración forzada”; la invitación a convocar un encuentro “para discutir y elaborar una política migratoria integral”; “un llamado a las autoridades de la región a que pongan mayor atención a los grupos del crimen organizado que operan a lo largo de nuestras fronteras y dentro de los países”, en particular traficantes de droga y quienes se dedican a la trata de personas. Ante la ausencia de políticas migratorias integrales, “el impacto de la migración en la unidad familiar es grave”, sobre todo si se agrega la indiferencia difundida frente los inmigrantes, olvidando que se trata de “hermanos en la misma fe y miembros de la misma familia”.
El Mensaje concluye con una calurosa invitación a todas las comunidades cristianas de las diócesis y Vicariatos del país a celebrar la Jornada del Inmigrante, “uniéndonos de modo especial a los familiares de los migrantes que sienten el sufrimiento de la lejanía de sus seres queridos”. Por su parte, todos los guatemaltecos “vivan la caridad evangélica del buen samaritano” mediante gestos de solidaridad. (GT) (Agencia Fides 31/8/2009; líneas 44, palabras 609)


Compartir: