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Ciudad de Panamá (Agencia Fides) – la Conferencia Episcopal de Panamá han publicado un comunicado al termino de la 187 Asamblea Plenaria ordinaria que se ha llevado a cabo del 6 al 10 de julio y en la que ha participado por primera vez el nuevo Nuncio apostólico en el país, Mons. Andrés Carrascosa Coso.
Los Obispos abordan dos aspectos en el comunicado, por un lado el ámbito eclesial y por otro, la realidad social nacional. Respecto al ámbito eclesial destacan tres hechos fundamentales: la divulgación, conocimiento y aplicación del Documento de Aparecida y la Misión Continental, la clausura el Año Paulino y la apertura del Año Sacerdotal.
“Aparecida no se puede aplicar sin la Misión Continental y la Misión Continental no se puede entender ni realizar sin Aparecida”, afirman los Obispos, a la vez que recuerdan que “la Misión Continental no es una acción aislada para determinados momentos, lugares u ocasiones”, sino “un proceso que se desarrolla por etapas dentro de un marco espacio-temporal, de tal manera que nuestra Iglesia tenga cristianos no sólo de nombre, devociones, objetos religiosos y procesiones, sino verdaderos discípulos que transformen sus vidas según el Evangelio y se vuelvan fermento de la sociedad”. A continuación agradecen al Santo Padre Benedicto XVI por “la feliz iniciativa de convocar un Año Sacerdotal”, animando a todos a “acoger y promover esta iniciativa del a fin de que produzca frutos de santidad en los sacerdotes y de aprecio, estima, oración y multiplicación de las vocaciones sacerdotales y de redescubrir la belleza y la importancia del sacerdocio y de cada sacerdote”. Destacan por ultimo, la publicación de la tercera Encíclica del Santo Padre “Caritas in Veritate”, “en la que profundiza la reflexión eclesial sobre importantes cuestiones sociales”. “La Iglesia no pretende ofrecer soluciones técnicas a los problemas de nuestros días – afirman los Obispos - , sino recordar los grandes principios éticos sobre los que puede construirse el desarrollo humano en los próximos años, entre los que destaca la atención a la vida humana, núcleo de cualquier progreso auténtico”.
Respecto a la realidad nacional los Obispos destacan el inicio de una nueva etapa con la instalación de un nuevo gobierno. Sin embargo, afirman que “aún persisten en el proceso electoral desafíos que superar como son el clientelismo político, una mayor transparencia en el financiamiento privado de las campañas, el largo período de las mismas, y la agresividad en la propaganda”. Y continúan existiendo muchos y grandes problemas como son “la violencia, inseguridad, impunidad, ausencia de equidad, deterioro del sistema educativo, aumento del costo de la vida, además de los derivados de la crisis económica mundial”. Por ello recuerdan que “es la hora de la responsabilidad, del compromiso, del esfuerzo conjunto, sin pensar en espacios políticos ni en repartos de prebendas. Es la hora de pensar en el país por encima de grupos y partidos”.
Por otro lado consideran que es fundamental “fortalecer la gobernabilidad con políticas públicas claras, consensuadas entre los sectores gubernamentales, las organizaciones sociales y los ciudadanos, basada en modelos económicos que hagan énfasis en el carácter distributivo de los recursos y con mecanismos que posibiliten la exigencia a las nuevas autoridades de rendición de cuentas, acceso a la información y la participación de las personas en la toma de decisiones que afectan su vida”. En este sentido exhortan al seguimiento y cumplimiento de los acuerdos de la Concertación Nacional y el Pacto de Estado por la Justicia
Por ultimo, los Prelados recuerdan las reivindicaciones de los Pueblos Indígenas que se han suscitado en los últimos meses entre los Naso que aspira a lograr su Comarca y los pueblos Ngöbe y Buglé a que se respeten sus tierras afectadas por proyectos hidroeléctricos, ganaderos y turísticos. Por ello piden al Gobierno Nacional que “aborde esta problemática con carácter de urgencia para evitar situaciones de violencia en detrimento de la vida y de la dignidad de estos pueblos, que tienen los más altos índices de pobreza”. (RG) (Agencia Fides 10/7/2009)
