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Tegucigalpa (Agencia Fides) – En el comunicado emitido por la Conferencia Episcopal de Honduras tras los hechos acaecidos el pasado 28 de junio y que lleva por titulo “Edificar desde la crisis”, los Obispos manifiestan que es necesario una explicación de lo acaecido.
Recuerdan que “Honduras ha sido y quiere seguir siendo un pueblo de hermanos, para vivir unidos en la justicia y la paz” y, por ello, “es necesario que optemos decididamente por escuchar las opiniones de los demás, de tal manera que se pueda entablar un verdadero dialogo entre todos los sectores de la sociedad, para que se pueda llegar a soluciones constructivas”. Así mismo es “fundamental respetar el calendario del Tribunal Supremo Electoral que garantice las elecciones del próximo mes de noviembre”.
Los Obispos realizan un llamamiento especial, en primer lugar a quienes tienen o han tenido en sus manos la conducción del país, exhortándoles a “no dejarse llevar por los egoísmos, la venganza, la persecución, la violencia y la corrupción” y a buscar “caminos de entendimiento y reconciliación, más allá de los intereses partidistas o de grupo”.
Exhortan a continuación a los grupos sociales, económicos y políticos “a superar reacciones emotivas y a buscar la verdad”, recordándoles que “hoy más que nunca los comunicadores sociales deben expresar su amor a Honduras buscando la pacificación y serenidad de nuestro pueblo, dejando a un lado los ataques personales y buscando el bien común”. A la población les invitan a participar de forma respetuosa y responsable, pues “todos podemos construir una Honduras más justa y solidaria, con el trabajo honesto”.
A continuación piden a la Organización de Estados Americanos que “preste atención a todo lo que venía ocurriendo fuera de la legalidad en Honduras, y no solamente a lo sucedido a partir del 28 de junio recién pasado”. Según afirman los Obispos, “si el sistema interamericano se limita a proteger la democracia en las urnas, pero no le da seguimiento a un buen gobierno, a la prevención de las crisis políticas, económicas y sociales, de nada servirá el reaccionar tardíamente frente a ellas”.
Los Obispos manifiestan a continuación a la comunidad internacional “el derecho que tenemos de definir nuestro propio destino sin presiones unilaterales de cualquier tipo, buscando soluciones que promuevan el bien de todos”. En este sentido rechazan “amenazas de fuerza o bloqueos de cualquier tipo que solamente hacen sufrir a los más pobres”.
A continuación manifiestan también su agradecimiento a los hermanos de tantos países que “con sus gestos de solidaridad, con apoyo y cercanía, nos proporcionan horizontes de esperanza en contraste con actitudes amenazantes de algunos gobiernos”.
“La situación actual puede servirnos para edificar y emprender un nuevo camino, una nueva Honduras” continua el texto. “La confrontación que se está viendo – afirman los Obispos - no debe servir para agudizar la violencia sino como un nuevo punto de partida para el diálogo, el consenso y la reconciliación que nos fortalezcan como familia hondureña, y podamos emprender un camino de desarrollo integral, para todos los hondureños y hondureñas”.
Concluyen los Obispos el comunicado con una exhortación a todos los fieles a “intensificar la oración y el ayuno solidario para que reine la justicia y la paz”. (RG) (Agencia Fides 9/7/2009)
