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Kinshasa (Agencia Fides) – Frente a los continuos ataques sufridos por la población civil por obra de los guerrilleros ugandeses y ruandeses, los Obispos de Kivu, al Este de la República Democrática del Congo, han hecho un llamado al gobierno de Kinshasa y a la comunidad internacional para que sea reforzado el ejército regular, como único garante de la seguridad. Los Obispos criticaron además el modo como se han desarrollado las operaciones militares conjuntas contra los rebeldes ugandeses del Ejército de Resistencia (LRA) y los ruandeses de las Fuerzas Democráticas de Liberación de Rwanda (FDLR). Los primeros, que actúan en la provincia oriental, han sido objeto de una operación conjunta de las fuerzas armadas congolesas, ugandesas y de Sudán del Sur; los segundos, activos al norte y sur de Kivu, han sido enfrentados por una acción militar ruandés-congolesa (ver Fides 14/5/2009, 28/5/2009, 3/6/2009 y 8/6/2009). Estas dos operaciones, sin embargo, no han logrado derrotar a los dos movimientos de guerrilla que incluso han intensificado sus acciones en represalia contra la población civil congolesa.
Los Obispos critican además el hecho de que las unidades militares que operan al Este del Congo están formadas esencialmente por miembros de grupos rebeldes que se han adherido a los acuerdos de paz, pero aún existen dudas acerca de la legitimidad de su adhesión a la idea de un Congo unitario.
En efecto, según la prensa congolesa, estos mismos grupos armados (que se contraponen a las FDLR) no sólo no se han diluido, sino que continuarían reclutando jóvenes para sus filas. Es necesario, por ello, intensificar los esfuerzos por parte del gobierno de Kinshasa, con la ayuda de la comunidad internacional, para reforzar al ejército nacional, dotándolo de los medios para proteger a la población local de los diversos grupos armados que actúan en la parte oriental del país.
La paz, sin embargo, parece todavía lejana y el Congo continúa sufriendo los efectos de guerras extranjeras transferidas a su territorio. Mientras en Kivu se están preparando dos nuevas operaciones, llamadas “Rudia” y “Kimia II”, la declaración del gobierno ugandés según la cual el problema del IRA es ya un asunto congolés, parece presagiar nuevas acciones militares también en la Provincia Oriental. Se trata de una acción que ya ha obtenido el apoyo político-diplomático de Francia y Estados Unidos. Un alto dirigente francés, en efecto ha declarado que su gobierno no pretende seguir financiando los diálogos de paz en Juba (al Sur de Sudán) entre el gobierno de Kampala y los líderes del LRA (diálogos que han fracasado luego de muchas promesas al parecer inútiles) y que París está listo para apoyar una nueva acción militar contra la guerrilla ugandesa. El Senado de los Estados Unidos, además, está discutiendo un proyecto de ley para solicitar al Presidente Obama apoyar una nueva operación militar contra el LRA, que como se han dicho, se desarrollará sobre suelo congolés.
La prensa local afirma que de esta manera la soberanía del Congo está siendo pisoteada una vez más, con la escusa de dar caza a guerrilleros que no son congoleses. “Estas ocupaciones de partes del territorio congolés por parte de los ejércitos angoleño (al Oeste, donde existe una disputa de fronteras entre Luanda y Kinshasa) y ugandés de estos últimos meses no son casuales. Se inscriben en el trabajo maquiavélico de debilitar sistemáticamente la RDC con el fin de imponerle ciertas soberanías extranjeras”, concluye un artículo del cotidiano “Le Potencial”. (L.M.) (Agencia Fides 10/6/2009; líneas 42, palabras 593).
