AFRICA/NIGERIA - Continúan los combates en el Delta del Níger, no obstante la tregua y la oferta de amnistía a los guerrilleros que depongan las armas

jueves, 4 junio 2009

Lagos (Agencia Fides) – Continúan los enfrentamientos en el Delta del Níger (Nigeria Meridional) entre la “Joint Task Force” de las fuerzas armadas nigerianas y los rebeldes del MEND (Movimiento de Emancipación del Delta del Níger).
La marina local anunció haber victimado al menos a 7 personas en un enfrentamiento.
Se inició por ello la tregua anunciada hace pocos días por presión de diversos grupos humanitarios preocupados por las víctimas civiles. También la Iglesia Católica había lanzado un fuerte llamado a socorrer a las poblaciones locales, víctimas de los combates, con una carta del Presidente de la Conferencia Episcopal, Mons. Félix Alaba-Job, Arzobispo de Ibadan (ver Fides 29/5/2009).
La prensa nigeriana parangona la ofensiva de la Task Force conjunta, creada precisamente con el fin de combatir al MEND, a las operaciones militares conducidas por el ejército en Sri Lanka para poner fin a la guerrilla del LTTE (Liberation Tigers of Tamil Eelam). El Presidente nigeriano ha reiterado en varias ocasiones la oferta de amnistía a los miembros del MEND que depongan las armas, pero al parecer su ofrecimiento no habría tenido eco alguno.
Como en Sri Lanka, el ejército ha recibido el encargo de poner coto de manera definitiva cualquier actividad del MEND, que está causando ingentes daños a la industria petrolera en el área. El petróleo es el componente más importante de las exportaciones nigerianas.
El MEND afirma combatir para defender los intereses de las poblaciones locales, dañadas por las operaciones de extracción del crudo, sin recibir nada a cambio, como puestos de trabajo e infraestructuras (escuelas, hospitales, etc. …). Bajo esta sigla actual diversos grupos, a veces en lucha entre ellos, y algunos de estos persiguen finalidades puramente criminales. El MEND se hizo famoso en todo el mundo por el secuestro de técnicos y expertos extranjeros que trabajan en las implantaciones petrolíferas de la zona. Los secuestrados son liberados a cambio de fuertes sumas de dinero. Los secuestros, de ser actividades de propaganda (pues un rehén extranjero es noticia para medios internacionales) y de autofinanciación, se han convertido en una verdadera y propia industria, al punto que son raptados también nigerianos que no trabajan en el sector petrolífero.
Es claro que cualquier gobierno no puede tolerar la situación de inestabilidad y de ilegalidad que se ha creado en una parte tan importante de su territorio. Por ello la decisión de lanzar la ofensiva militar que ha el probable soporte “discreto” de algunos Estados extranjeros que han concedido armas y consultores militares.
A mitad de mayo se dio inicio a la operación “Joint Task Force Restore Hope” (“donar esperanza”). Curiosamente esta fuerza conjunta tiene el mismo nombre de la operación lanzada en 1992 con la aprobación de la ONU, por los Estados Unidos en Somalia, para proteger la ayuda humanitaria de los ataques de las milicias locales.
La población civil, por la cual todas las partes en lucha afirman combatir, es la que más daño ha sufrido a causa de la guerra: muertos, desaparecidos, miles que han perdido la casa. (L.M.) (Agencia Fides 4/6/2009; líneas 36, palabras 501)


Compartir: