AFRICA/CAMERÚN - Unicef denuncia: 45mil niños mueren cada año en Camerún por desnutrición; el problema de los refugiados

viernes, 22 mayo 2009

Yaundé (Agencia Fides) - Por lo menos 45 mil niños mueren cada año de malnutrición en Camerún. Lo ha denunciado en estos días la Unicef, la agencia de las Naciones Unidas que se ocupa de la infancia. En su informe dedicado a los países africanos, la organización habla de “emergencia silenciosa”, ya que Camerún se presenta como una nación relativamente estable en África subsahariana ofuscada por la crisis de refugiados en otras zonas de la región. Sin embargo, son millares los niños que al norte, al extremo norte y al este del país africano sufren gravemente de malnutrición.
Según los datos dados a conocer en estos días, al norte de Camerún la malnutrición aguda global (MAG) – que supone un déficit de peso en relación a la altura – se encuentra al 12,6%, afectando a 115 mil niños menores de cinco años. El 40% de los niños – unos 350 mil – sufren de malnutrición crónica. La Organización Mundial de la Salud (Oms) clasifica una MAG entre el 10% y el 14,9% como ‘grave; del 15% para arriba como una emergencia. La Unicef afirma que nuevas investigaciones sobre la alimentación y la salud en Camerún han sido programadas para finales de este año.
La población del norte y de las regiones del extremo norte son casi 4,9 millones, más que toda la población de Liberia y de Mauritania. Las causas de la malnutrición en Camerún, según las Naciones Unidas, son muchas y de distinto tipo, como la de muchos países del Sahel: falta de atención médica básica, inseguridad alimentaria, acceso mínimo a los servicios para la sobrevivencia de los niños y poco conocimiento sobre la nutrición infantil. A esto hay que sumarle el aislamiento de dichas zonas.
Las difíciles condiciones de vida al este y al norte de Camerún se ven agravadas por el flujo de refugiados de la República Africana del Centro y del Chad. La disponibilidad de ofrecer hospitalidad a los refugiados es un punto que hay que reconocerle a Camerún, hacen notar las Naciones Unidas, un tema que fue mencionado también por Benedicto XVI en su reciente viaje al país africano. El gobierno está trabajando para afrontar la emergencia alimentaria junto con las agencias de la Onu y con las Ong. La Unicef ha puesto también en evidencia que una amplia franja de la población de Camerún no tiene acceso a atención médica básica, a agua potable y a una educación mínima. Sin embargo subraya los esfuerzos que están realizando las autoridades del gobierno para remediar esta situación. En un contexto tan complicado, y en muchos sentidos ejemplar de tantas realidades africanas, el Papa realizó su reciente viaje pastoral, en marzo de este año, precisamente a Camerún.
Aquí Benedicto XVI habló de los problemas de todo un continente, llamando la atención de la opinión pública mundial, con la fuerza de su autoridad moral. Benedicto XVI en Yaundé habló de Camerún y del continente africano en conjunto. “Aquí en África – afirmó el Pontífice –, como en tantas partes del mundo, un sinfín de hombres y mujeres anhelan oír una palabra de esperanza y consuelo. Los conflictos locales dejan a millares sin hogar e indigentes, huérfanos y viudas. En un Continente que en al pasado ha visto tantos de los suyos raptados cruelmente y llevados a ultramar a trabajar como esclavos, el tráfico de seres humanos, especialmente de mujeres y niños indefensos, se ha convertido en una forma moderna de esclavitud. En tiempo de escasez global de alimentos, de desbarajuste financiero, de modelos alterados del cambio climático, África sufre en mayor proporción: cada vez más habitantes termina siendo víctima del hambre, de la pobreza y la enfermedad. Ellos imploran a gran voz reconciliación, justicia y paz, y esto es lo que la Iglesia les ofrece”. (Mtp) (Agencia Fides 22/5/2009; líneas 46, palabras 640)


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