AMERICA/ARGENTINA - Los Obispos invitan a los sacerdotes a renovar la alegría de la fe, la firmeza de la esperanza y el gozo del ministerio recibido en el Año Sacerdotal

viernes, 22 mayo 2009

Buenos Aires (Agencia Fides) – Con motivo del Año Sacerdotal convocado por el papa Benedicto XVI, a partir de junio próximo, la Conferencia Episcopal Argentina envió una carta a los sacerdotes en la que los obispos les agradecen “su fidelidad ministerial", los animan e invitan a "renovar la alegría de la fe, la firmeza de la esperanza y el gozo del ministerio recibido”, y los llaman a ser “pastores y padres de la comunidad”.
Los Obispos comparten con sus sacerdotes “las dificultades y exigencias del tiempo que vivimos” asi como “el sentimiento de impotencia ante tantas situaciones que nos desbordan”. Por otro lado la profunda crisis que se está viviendo, “potencia los cuestionamientos morales” y “nos duelen y lastiman las incoherencias en las que tantas veces incurrimos”.
Sin embargo, en la carta los Obispos dan gracias a Dios “por el don inmenso del sacerdocio ministerial que hemos recibido de Jesucristo” y dan gracias a los sacerdotes con quienes comparten “la hermosa misión de anunciar el Evangelio en medio de tantas dificultades y desafíos”.
“Reconocemos y admiramos la entrega fiel y generosa de la inmensa mayoría de nuestros sacerdotes – continua el texto - Nos sentimos especialmente cercanos a quienes atraviesan momentos de tribulación o viven su ministerio en situaciones de particular exigencia: periferias urbanas y rurales; soledad, enfermedad, pérdida de sentido de la acción pastoral; incomprensión y desaliento”.
Continuando la carta, los Obispos recuerdan a todos los presbíteros que “el sacerdocio es Misterio de Amor recibido y entregado, actualizado cada día en la celebración eucarística y en el don generoso de la propia vida hasta el extremo”, realidad que debe vivirse con radicalidad. Es por ello, que la iglesia siempre “ha visto desde sus inicios una múltiple armonía entre sacerdocio y celibato y llama al ministerio presbiteral a quienes han recibido y aceptado libremente vivir este fecundo carisma de entrega total”. Pero esta verdad solo puede comprenderse y vivirse “a la luz de la fe, animada por el fervor de la caridad, en la espera gozosa de la plenitud del cielo”.
Para poder ir forjando cada día más los sentimientos y la imagen verdadera de Jesús, el Buen Pastor, los Obispos piden a los sacerdotes “la lectura orante y la predicación de la Palabra de Dios; la celebración gozosa de la Eucaristía y de toda la liturgia; el servicio fiel, paciente y generoso a los fieles, sobre todo a los pobres y enfermos”.
“Que nuestra humilde fidelidad sea causa de alegría y de paz para nuestros hermanos”, concluyen los Obispos a la vez que encomiendan la vida y el ministerio de cada uno de los sacerdotes a la ternura maternal de la Virgen de Luján. (RG) (Agencia Fides 22/5/2009)


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