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Jerusalén (Agencia Fides) - Después de la visita al Santo Sepulcro, el viernes 15 de mayo, el Santo Padre Benedicto XVI se ha acercado a la Iglesia Patriarcal armenia Apostólica, que tiene su sede en el Monasterio de Santiago. "Nuestro actual encuentro, caracterizado por una atmósfera de cordialidad y amistad - ha dicho el Pontífice en su discurso -, es un ulterior paso en el camino hacia la unidad que desea el Señor para todos sus discípulos. En las últimas décadas, hemos experimentado, por gracia de Dios, un significativo crecimiento en las relaciones entre la Iglesia Católica y la Iglesia Apostólica Armenia… En espíritu de gratitud al Señor, deseo también expresar mi aprecio por el decidido empeño de la Iglesia Apostólica Armenia de continuar con el diálogo teológico entre la Iglesia Católica y las Iglesias Ortodoxas Orientales. Este diálogo, sostenido por la oración, ha hecho progresos por superar el fardo de malentendidos pasados y ofrece muchas promesas para el futuro".
Entre los particulares "signos de esperanza" el Papa ha citado el reciente documento sobre la naturaleza y la misión de la Iglesia preparados por la Comisión Mixta y presentado a las Iglesias para ser estudiado y evaluado, después ha invitado a confiar el trabajo de la Comisión Mixta "al Espíritu de sabiduría y verdad, para que pueda dar frutos abundantes para el crecimiento de la unidad de los Cristianos y hacer progresar la expansión del Evangelio entre los hombres y las mujeres de nuestro tiempo".
Recordando la ilustre historia de la comunidad armena de Jerusalén, "caracterizada por un extraordinario reflorecimiento de vida y cultura monástica unida con los lugares santos y con las tradiciones litúrgicas que se han desarrollado a su alrededor ", el Pontífice ha dicho: "Pido para que vuestra comunidad pueda constantemente sacar nueva vida de estas ricas tradiciones y ser confirmados en el fiel testimonio a Jesucristo y a la potencia de su resurrección en esta Ciudad Santa. Igualmente aseguro a las familias presentes, y en particular a los niños y jóvenes, un especial recuerdo en mis oraciones. Queridos amigos, a mi vez os pido que recéis conmigo para que todos los Cristianos de Tierra Santa trabajen juntos con generosidad y celo anunciando el Evangelio de nuestra reconciliación en Cristo y la llegada de su Reino de santidad, de justicia y de paz". (S.L) (Agencia Fides 16/5/2009)
