AFRICA/MOZAMBIQUE - “Construyamos una sociedad fundada en la civilización del amor” escriben los Obispos de Mozambique al final de su Asamblea Plenaria

viernes, 8 mayo 2009

Maputo (Agencia Fides)- “Durante su primera visita en África, en Camerún y en Angola, el Santo Padre nos ha dejado un mensaje profundo. Él ha venido para rezar con nosotros, porque necesitamos fuerza y valor para poder afrontar los desafíos que tenemos como continente” escriben los Obispos de Mozambique al final de su Asamblea Plenaria celebrada a fines de abril en Maputo.
En el comunicado final, enviado a la Agencia Fides, la Conferencia Episcopal de Mozambique subraya que “durante su visita, el Papa realizó un gesto de gran significado simbólico para nosotros: le entrega del ‘Instrumentum laboris’, el texto que guiará los trabajos de la II Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para África, que se celebrará en Roma el próximo octubre”.
Los Obispos, después de saludar al nuevo Nuncio Apostólico en Mozambique, S.E.R. Mons. António Arcari, recordaron el próximo Congreso Nacional sobre la Familia. En relación al cual declararon: “Contemplando la situación de las familias en nuestras sociedades se constata una situación de crisis y desconcierto, las motivaciones de este Congreso son claras. Estamos buscando las líneas guías y las columnas que sostengan a las familias. Lo importante es que las familias sean verdaderamente Iglesias domesticas, una fuente de valores humanos y cristianos, generadoras de vida, un testimonio vivo del Evangelio”.
En el plano social el mensaje nos recuerda que “el pueblo de Mozambique está turbado y conmovido por la tragedia que se ha verificado entre los prisioneros de las cárceles de Monginqual y Angoche”. En febrero 15 prisioneros murieron de cólera en la cárcel de Angoche, en una celda superpoblada de gente y en pésimas condiciones higiénicas. Los detenidos eran parte de un grupo que había sido transferido de la cárcel de Monginqual, donde anteriormente otras 13 personas habían muerto asfixiadas al haber sido encerradas en celdas pequeñas y superpobladas.
Estas tragedias —afirman los Obispos– “constituyen una violación de los derechos humanos más elementales. No importa la razón del arresto, el detenido no pierde su propia dignidad de persona y su derecho a la vida. La detención no busca la eliminación física del detenido, sino más bien su recuperación social a través de métodos correctivos y pedagógicos. Por lo demás, estamos en contra de la pena de muerte y más aún contra la pena de muerte no declarada”.
Después de haber expresado su solidariedad con las víctimas, los Obispos les piden cuentas a las instituciones por lo sucedido: “ya que los muertes de las cárceles de Monginqual y de Angoche se han producido en institutos que están bajo la responsabilidad del estado. Hacemos un llamado a una mayor responsabilidad y a una revisión de las condiciones de las cárceles en todo el país”.
En relación a las próximas elecciones, los Obispos alientan a la población “a tomarse en serio el derecho y el deber electoral” y denuncian los episodios de violencia política, “como consecuencia del odio y de la intolerancia”. Para contrarrestar este fenómeno los Obispos invitan “a construir una sociedad pacífica, basada en la civilización del amor”. (L.M.) (Agencia Fides 8/5/2009 líneas 38 palabras 523)


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