AFRICA/SUDÁFRICA - Elecciones presidenciales: la victoria del candidato del African National Congress parece descontada

miércoles, 22 abril 2009

Johannesburgo (Agencia Fides)- “La victoria de Jacob Zuma parece descontada, la única incertidumbre se refiere al porcentaje con el que vencerá” dice a Fides un misionero de Johannesburgo en Sudáfrica donde hoy, 22 de abril, se han abierto las urnas para las elecciones presidenciales y políticas.
El gran favorito es Jacob Zuma, líder del African National Congress (ANC), el partido que conduce al País desde 1994, año del final del régimen del apartheid.
“Zuma, que es un ex sindicalista, es un gran orador y sabe incitar a las multitudes. Lamentablemente me parece que una buena parte de los electores votan más con el corazón que con la cabeza. Siguen al que se vale de la retórica más cautivadora, pero no parecen interesados en comprender cómo se pueden enfrentar los problemas del País” dice la fuente de Fides.
Zuma, que hace pocas semanas vio concluir el largo y controvertido proceso en su contra por un caso de corrupción (ver Fides 7/4/2009 ), encarna el ala populista mayoritaria del ANC. Conquistó el control del partido expulsando al ex Presidente Thabo Mbeki, ligado al ala tecnocrática cercana a la industria y a la clase media de origen africano. Los opositores de Zuma al interior del ANC crearon un nuevo partido, el COPE. “No parece que esta nueva formación política pueda preocupar seriamente a Zuma -afirma la fuente de Fides- incluso si Mbeki no se ha adherido a él, en el COPE han confluido varios de sus hombres. Mbeki es un poco el símbolo del inmovilismo que ha caracterizado la vida social y política sudafricana en los últimos años: se han hecho muchas promesas pero los problemas han permanecido. Incluso ha aumentado la injusticia social, ha crecido la separación entre ricos y pobres, mientras la administración pública se ha hecho ineficiente. Es por ello difícil pensar que los electores voten en masa por este grupo, que es percibido como el fruto de una división de la élite dirigente del ANC, y no como producto de una instancia que venga de abajo, del electorado”.
Si el ANC conquista los dos tercios de los escaños parlamentarios podría cambiar la Constitución sin el concurso de los demás partidos. “Si Zuma conquista una mayoría que le permita cambiar la Constitución como más le agrada, temo que Sudáfrica vería el nacimiento de un régimen presidencialista”, afirma la fuente de Fides. “El ejemplo de Zimbabwe es instructivo a este propósito. Entre otras cosas Zuma tomó ante Mugabe una posición más dura que la de Mbeki, que era el responsable en la crisis de Zimbabwe. Pero se trataba de una táctica en el ámbito de la lucha para expulsar a Mbeki del poder, primero del ANC y luego de la Presidencia (Mbeki renunció anticipadamente con respecto al final normal de su mandato luego de haber perdido la confianza de la máxima instancia del ANC, ver Fides 22/9/2008). En realidad Zuma es mucho más semejante a Mugabe que a Mbeki: ambos se valen de la retórica populista y de la lucha anti-colonial para promover los propios intereses. Hay muchos partidarios jóvenes de Zuma que estaban todavía en pañales cuando terminó el apartheid, que dicen ‘luchamos contra el régimen racista’. Me recuerdan a los miembros de los grupos paramilitares que apoyan a Mugabe” concluye la fuente de Fides. Pero otra fuente calificada dice a Fides que en su opinión “la imagen de Zuma está falseada: él comprende bien cuáles son los problemas económicos del País, también porque cuenta con diversos contactos en el mundo empresarial sudafricano, y el ejemplo negativo de Mugabe es una advertencia demasiado importante para que siga sus huellas. No creo que estas elecciones lleven a trastornar la vida política sudafricana”.
En febrero los Obispos sudafricanos publicaron una Carta Pastoral (vedi Fides 19/2/2009) en la cual invitaban a los fieles a prestar atención a los que los Obispos definen como “desafíos en suspenso” de la joven democracia sudafricana, entre los cuales la pobreza, la creciente diferencia entre ricos y pobres, la inestabilidad familiar, el incremento de la violencia doméstica y de los embarazos de adolescentes, la explotación sexual, el comercio de droga y el abuso del alcohol, y la difusión de sentimientos xenófobos frente a los migrantes y refugiados. (L.M.) (Agencia Fides 22/4/2009 líneas 49 palabras 717)


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