VATICANO - El Papa al ángelus recuerda el problema de las minas antipersona y el drama de los emigrantes africanos muertos cuando trataban de llegar a Europa; inicia el camino hacia el próximo encuentro mundial de jóvenes, en agosto de 2011 en Madrid

lunes, 6 abril 2009

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Al término de la solemne celebración litúrgica del domingo de Ramos y de la Pasión del Dios, el San Padre Benedicto XVI ha recitado el ángelus con los fieles y peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro. Al introducir la oración mariana, el Papa ha recordado ante todo la IV Jornada convocada por la ONU para la sensibilización sobre el problema de las minas antipersona. A diez años de la entrada en vigor de la Convención por la erradicación de estos mecanismos y después de la reciente apertura de la firma de la Convención para la prohibición de las municiones de racimo, el Pontífice ha exhortado " los países que aún no lo han firmado a firmar sin duda estos importantes instrumentos del derecho internacional humanitario, a los que la Santa Sede ha dado desde siempre su apoyo”.
A continuación Benedicto XVI se ha centrado en la tragedia de los emigrantes africanos muertos en el intento de llegar a Europa, con estas palabras: "¡Quisiera además recordar con gran pena a nuestros hermanos y hermanas africanos, que hace pocos días han encontrado la muerte en el Mar Mediterráneo, mientras intentaban alcanzar Europa. ¡No podemos resignarnos a tragedias de este tipo, que por desgracia se repiten desde hace tiempo! Las dimensiones del fenómeno hacen cada vez más urgentes estrategias coordinadas entre la Unión Europea y los Estados Africanos, como también la adopción de medidas adecuadas de carácter humanitario, para impedir que estos emigrantes recurran a traficantes sin escrúpulos. Mientras rezo por las víctimas, para que el Señor las acoja en su paz, quisiera observar que este problema, agravado ulteriormente por la crisis global, encontrará solución sólo cuando las poblaciones africanas, con ayuda de la comunidad internacional, puedan salir de la miseria y de las guerras”.
Por último, el Santo Padre ha dirigido un saludo particular a los participantes en el encuentro internacional sobre las Jornadas Mundiales de la Juventud, organizada por el Pontificio Consejo para los Laicos, que ha marcado el inicio del camino de preparación hacia el próximo encuentro mundial de la Juventud, que tendrá lugar en agosto de 2011 en Madrid. "Como es tradición - ha dicho el Pontífice -, los jóvenes australianos entregarán dentro de poco a los jóvenes españoles la Cruz de las Jornadas Mundiales de la Juventud, la “cruz peregrina”, que lleva a todos los jóvenes de la tierra el mensaje de amor de Cristo. Este “paso del testigo” asume un valor altamente simbólico, con el que expresamos inmensa gratitud a Dios por los dones recibidos en el gran encuentro de Sydney y por el que querrá concedernos en el de Madrid”. (S.L) (Agencia Fides 6/4/2009)


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