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Bogota (Agencia Fides) - Se ha realizado del 10 al 12 de marzo en la ciudad de Bogotá, Colombia, un Encuentro de los Obispos Secretarios Generales de las Conferencias Episcopales y de los Obispos Delegados para la Misión Continental.
La convocatoria realizada por el Secretario General del CELAM (Consejo Episcopal Latinoamericano), Mons. Víctor Sánchez, recientemente nombrado Arzobispo de Puebla, México, tuvo por finalidad el compartir las experiencias que se están haciendo en toda Latinoamérica en relación a la Misión Continental pedida en Aparecida. El último día del Encuentro se dedicó expresamente a reflexionar sobre la situación socio-política y eclesial de cada uno de los 22 países, a la luz de la evangelización propulsada por las Conferencias Episcopales.
Sobre el tema de la Misión Continental, cada una de las 22 Conferencias Episcopales fue exponiendo sus planes y métodos de acción, todos ellos tendientes a ejecutar las orientaciones de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, realizada en Aparecida, Brasil.
Esta Misión quiere dar un impulso misionero a toda la Iglesia en América Latina y el Caribe, ponerla en estado de misión permanente, es decir, pasar de una “pastoral de mera conservación a una pastoral decididamente misionera”. Se trata de salir más que de quedarse en nuestros templos. No es un proselitismo, sino un despertar del cristiano en su identidad misionera.
Todas las Conferencias Episcopales han subrayado, de una manera u otra, que en su país la Misión Continental conlleva una conversión personal, pastoral y eclesial, es decir, exige cambios profundos en nuestra manera de vivir la fe, de organizar la pastoral, de administrar la Iglesia y de servir al mundo, dejando de lado estructuras caducas que condicionan nuestro caminar. Se insiste que la Misión Continental es un camino de transformación eclesial y social, pues el Evangelio da Vida a las personas, a las comunidades y a las culturas.
Algunas Conferencias han propuesto directrices generales para las diócesis, parroquias y centros educativos católicos y forman parte de la preparación de la celebración del Bicentenario de la Independencia, que se lleva a cabo en la mayor parte de los países, recordando el papel fundante y constituyente de la Iglesia Católica en el nacimiento de los países libres.
El segundo tema del encuentro de Obispos Secretarios Generales de las Conferencias Episcopales de América Latina giró sobre la situación social y política de cada país. Emergen problemas sociales comunes como la violencia, en estrecha conexión con el narcotráfico, la amenaza a la democracia en los países con rostros de socialismo, como en Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua. El impacto de la globalización de la pobreza repercutiendo en poblaciones cada vez más pobres, la falta de empleo y la violencia. Se constata cómo hay un interés común de los legisladores de despenalizar el aborto, admitir el matrimonio homosexual, la igualdad de género y la salud reproductiva. Estos y otros desafíos fueron exponiéndose a lo largo de las intervenciones de los diferentes Obispos Secretarios Generales de las Conferencias Episcopales.
Finalmente hubo una evaluación sobre el CELAM en relación a promover la comunión eclesial, la comunicación y los servicios pastorales. Las respuestas fueron unánimes en afirmar que el CELAM está cumpliendo con sus objetivos y que es un organismo eclesial de coordinación y de comunión eclesial sumamente importante para la vida de la Iglesia Católica en América Latina. Se han hecho algunas sugerencias de mejorar los trabajos en equipo y de difundir más en los 22 países, los diferentes materiales pastorales elaborados por expertos teólogos y pastoralistas.
Por último, se ha constatado que a pesar de las persecuciones que sufre en algunos países por parte de regímenes totalitarios o con visiones laicistas o anticatólicas, y a pesar de los pocos medios económicos y financieros para llevar adelante la Misión Evangelizadora, la Iglesia Católica está viva y ofrece con mucha humildad la riqueza de la Vida, anunciando y testimoniando a Jesucristo, camino, verdad y vida. (RG) (Agencia Fides 16/3/2009)
