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Jartum (Agencia Fides) – “No tenemos noticia de incidentes o de violencias contra la presencia extranjera en Sudán, ni contra la Iglesia; hay tan sólo diversas manifestaciones en las calles de Jartum, de apoyo al Presidente y de protesta contra la Corte Penal Internacional y las Naciones Unidas”, refieren a la Agencia Fides fuentes de la Iglesia local de Jartum, capital de Sudán, al día siguiente del mandato de arresto del Presidente sudanés Omar Hassan al Bashir, emitido por la Corte Penal Internacional.
“En la reunión más importante, en Plaza de los Mártires, participó el Presidente junto con los más importantes exponentes del Estado. El Presidente destacó con fuerza que no pretende respetar el mandato de detención, porque Sudán no reconoce la autoridad de la Corte Penal Internacional al no estar adherida al Tratado de Roma que la instituyó. El Presidente, además, destacó que pretende respetar todos los compromisos internacionales a partir de la próxima Cumbre africana y de los países árabes”, afirman fuentes de Fides. El gobierno sudanés ha anunciado la expulsión del país de una decena de Organizaciones no Gubernamentales internacionales, con la motivación de que las autoridades locales no están en grado de garantizarles la seguridad. El Ministerio de asuntos Exterior sudanés ha convocado el día de mañana al cuerpo diplomático acreditado en la capital para comunicar la posición oficial del gobierno sudanés.
El día de ayer, 4 de marzo, la Corte Penal Internacional de la Haya ordenó el arresto del Jefe de Estado con la acusación de crímenes de guerra y de lesa humanidad cometidos en Dafur, región occidental de Sudán, desde el 2003 teatro de una guerra civil que ha provocado al menos 300 mil muertos y el éxodo de más de 2 millones de personas.
Sin embargo, la imputación de genocidio no fue acogida, pues la Cámara de los jueces, por mayoría, retuvo que no ha sido aprobada. La Corte, por su parte, ha considerado “fundadas” las pruebas para acusar a Bashir de cinco crímenes de lesa humanidad (asesinato, exterminio, transferencia forzada, tortura y violación) y por dos crímenes de guerra (ataques intencionales contra la población civil y saqueo). La acusación fue sostenida por el Procurador argentino Luis Moreno-Campo, cuyas solicitudes han sido bien acogidas en varias oportunidades. La orden de arresto tiene efecto inmediato y la Corte ha dirigido un llamado al gobierno de Sudán y a la comunidad internacional a fin de que cooperen en la ejecución del mandato, de modo que Bashir sea puesto en prisión mientras se inicia su proceso.
La comunidad internacional está dividida en relación con la orden de arresto del Presidente sudanés, la primera jamás emitida contra un Jefe de Estado en ejercicio. Mientras los países occidentales apoyan la decisión de la Corte Penal Internacional, la Liga Árabe, la Unión Africana, China y Rusia manifiestan serias reservas. En particular, el Consejo de la Liga Árabe ha expresado su “gran perplejidad” y ha declarado que el mandato de arresto “es una medida grave que no ha tenido en cuenta la inmunidad de los jefes de Estado, sostenida por la Convención de Viena de 1961”. El Presidente de la Comisión de la Unión Africana, Jean Ping, afirma estar muy preocupado por las “consecuencias” de la decisión de la Corte Penal internacional, que “llega en un momento crítico del proceso de promoción de una paz duradera, de reconciliación y de gobierno democrático en Sudán”. (L.M.) (Agencia Fides 5/3/2009; líneas 41, palabras 577)
