AFRICA/ RD CONGO - ¿Qué sucede al este del Congo? Un informe enviado por misioneros a Fides sobre las operaciones militares conjuntas entre Congo y Ruanda.

martes, 24 febrero 2009

Kinshasa (Agencia Fides)- ¿Qué cosa está sucediendo en Kivu del norte, al este de la República Democrática del Congo (RDC) donde desde enero se está realizando una operación conjunta del ejercito congoleño y del ruandés para desarmar y repatriar a las milicias hutu ruandesas? Los misioneros de la Red “Paz para el Congo” han enviado un informe detallado a la Agencia Fides, en el que se afirma que las operaciones se están llevando a cabo en “un silencio casi total, interrumpido a veces por la información proveniente casi exclusivamente de los boletines de la coalición congo-ruandesa”.
Según los misioneros, se ha iniciado la repatriación de millares de prófugos a Ruanda. Se trata en su mayoría de personas que después del genocidio de 1994 se refugiaron en el entonces Zaire. Entre los prófugos habían varias personas involucradas con las masacres, pero otras eran sólo familiares o personas que escapaban porque temían ser víctimas de represalias. En los campos de refugiados se han creado grupos de guerrillas, que desde hace año contribuyen a la inestabilidad de Kivu del norte y del sur.
Gracias a los acuerdos de comienzos de año entre Ruanda y la RDC, el ex-general rebelde Laurent Nkunda, que desde hacía un año y medio alimentaba la guerra en la provincia de Kivu del Norte, fue arrestado por Ruanda y custodiado en una residencia vigilada en Gisenyi, mientras Kigali ha enviado a Kivu del norte, a través de la frontera de Goma, tropas para expulsar a las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR, el principal grupo de milicianos hutu ruandeses de la zona).
“Nadie sabe lo que está sucediendo realmente en el frente. Ningún periodista independiente ha sido admitido y no se leen sino los boletines de guerra emanados por las fuerzas de la coalición o la información proveniente de una fuente fiel al Presidente congoleño” afirman los misioneros, que se preguntan sobre el verdadero fin de la operación: “Se si quisiera obligar a los refugiados a regresar a su país, se hubiera rodeado el territorio en el que se encuentran para empujarlos hacía la frontera, pero se sigue el movimiento contrario, se los está empujando hacia el interior del Congo. ¿Los están expulsando? ¿Los están matando? Como no hay testigos, no se sabe. Las FDLR están bien armadas y conocen la selva como sus propias manos, también sus atacantes están bien armados y su comportamiento en el pasado a demostrado una gran facilidad para matar, incluso a la población civil”.
De todas formas los misioneros han recogido el testimonio de millares de civiles hutu en Ruanda: “algunos millares de civiles ya han atravesado la frontera, pero los soldados de la FDLR repatriados serían solamente algunas decenas”.
Los refugiados pasan por un campo transitorio, donde a cada familia se le da un kit de primeros auxilios donado por el Alto Comisariato ONU para los Refugiados, para después encaminarse a su lugar de origen. “Para encontrar, quizás, su casa ya ocupada. En estos años en Ruanda el principio en uso era el de ocupar las casas abandonadas, en el caso la propia casa hubiese sido destruida. El presidente Kagame ha impuesto la obligación de restituir las casas a los prófugos que regresan. En otros casos, de las casas quedan solamente las ruinas. Después de haber estado abandonadas por quince años, las calaminas, las puertas y las ventanas han sido robadas” escriben los misioneros.
La población congoleña mira el regreso de los prófugos ruandeses con satisfacción, pero al mismo tiempo con compasión. Tanto los tutsis como los hutu han encontrado refugio en el Congo según los cambios políticos en Ruanda, pero la población local ha terminado implicada en conflictos que no le concernían. Desde el 1996 ha sufrido mucho por causas de las guerras que han dejado más de cinco millones de muertos. Además en el Bushi han sido víctimas de los ataques contra los pueblos por parte de las milicias Rastra, compuesta por hutu y bandidos congoleños que mataban y secuestraban a las persona, exigían rescates, violaban a las mujeres e incluso a las niñas. “Al mismo tiempo, la población congoleña teme por la suerte de los prófugos que están regresando a Ruanda y se pregunta porque la comunidad internacional, que alentó el diálogo interno en la RD del Congo y en Burundi, no haga lo mismo con Ruanda. Al pedir la institución de un observatorio sobre la importación de materias primas en Europa (verdadera causa de las guerras en la zona), los misioneros piden: “Es tiempo de que la justicia anime las relaciones internacionales ya que la injusticia se nutres de la sangre de las personas pobres”. (L.M.) (Agencia Fides 24/2/2009 líneas 56 palabras 795)


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