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Kinshasa (Agencia Fides)- Los Obispos de la República Democrática del Congo manifiestan su preocupación por las operaciones de los militares extranjeros en el este del país, en un mensaje enviado a Agencia Fides y publicado al final de la reunión del Comité Permanente de la Conferencia Episcopal del Congo (CENCO), que se realizó en Kinshasa del 9 al 12 de febrero.
Criticando la “lentitud” del proceso de constitución del ejército nacional congolés, que obliga a “llamar a tropas extranjeras”, los Obispos afirman: “algunas personas se preguntan sobre la presencia de estas tropas, sobre su precisa misión; sobre la naturaleza y sobre el contenido de los acuerdos que permitieron su acceso a nuestro territorio, además de la duración de su presencia en las República Democrática del Congo”.
Desde hace algunas semanas operan en la región oriental del Congo las tropas de Uganda y Ruanda. Las primeras conducen, desde mediados de diciembre, una ofensiva con el ejército congolés y el del sur de Sudán contra los rebeldes ugandeses del Ejército de Resistencia del Señor (LRA), cuyo cuartel general están en el bosque de Garamba, en la región congolesa del Equatore (Ver Fides 15/12/2008); las segundas realizan, con la ayuda y consenso de las autoridades congolesas, una operación contra los milicianos hutu ruandeses de las FDLR (Fuerzas Democráticas de Liberación del Ruanda) cuyas bases están en la región congolesa del Kivu del norte (ver Fides 21/1/2009). Las poblaciones locales sufren las consecuencias de estas operaciones militares, tanto por las represalias contra los civiles congoleses por parte de grupos en peligro (el LRA ha asesinado, desde Navidad hasta el momento, a más de 900 personas, ver Fides 30/1/2009), así como por abusos perpetrados por los militares.
En Congo se discute sobre la duración de las operaciones de los dos contingentes extranjeros. El gobierno congolés anunció que las tropas ugandesas y ruandesas deberían retirarse antes de fin de febrero, pero los gobiernos de Kampala y Kigali están presionando para retrasar el retiro de las propias tropas.
“La población, aniquilada por la guerra e inquieta por la presencia de ejércitos extranjeros, espera el fin de las prórrogas de su presencia”, afirman los Obispos del Congo, invitando al Parlamento a “procurarse medios para seguir las operaciones militares en curso, para asegurar que estas contribuyan a la verdadera paz salvaguardando la soberanía nacional y la integridad territorial del país”. En el mensaje se recuerda al gobierno que “la reforma de nuestro ejército es prioritaria y urgente”, pues “la falta de un ejército republicano perjudica la paz en el país”.
La CENCO pide a la comunidad internacional cooperar con las autoridades congolesas para resolver el problema de las FDLR, “que entraron en Congo a pedido suyo”, recuerdan los Obispos. Las FDLR son las herederas de las viejas formaciones hutu ruandesas, consideradas responsables del genocidio de 1994, que en ese entonces se refugiaron en el Zaire bajo la protección internacional. Además piden la solución del problema ligado a la LRA, haciendo un llamado ala Misión de la ONU en Congo (MONUC) para que proteja a los civiles.
“Fundados en nuestra profética misión de iluminar las conciencias, confiando en Dios que nunca permite que falte Su Providencia a sus hijos, continuaremos aportando cuanto podamos al proceso de pacificación y a la coexistencia de nuestro pueblo, en la verdad, en la justicia y en el amor. Invitamos a los católicos a implorar en la oración, con confianza y esperanza, al Dios de la Paz”, concluyen los Obispos. (L.M.) (Agencia Fides 16/2/2009; 45 líneas, 607 palabras)
