AMERICA/COLOMBIA - Los Obispos reafirman al termino de la Asamblea Plenaria su compromiso de la lucha por la paz y contra la pobreza, la injustica y la violencia

lunes, 16 febrero 2009

Bogotá (Agencia Fides) – “Los Obispos, después de esta Asamblea, nos sentimos en disposición de introducir en los planes de trabajo, programas y acciones que nos permitan, de verdad, ser para nuestros hermanos luz que ilumine y aliados creíbles en la tarea de consolidar un estado social de derecho en el que todos nos sintamos igualmente amparados y protegidos”, se lee en el comunicado final emitido por los Obispos al término de la Asamblea Plenaria celebrada del 9 al 13 de febrero (ver Fides 10/2/2009). Durante la Asamblea los Obispos han analizado la situación de Colombia, con el fin de determinar los retos y desafíos que se le plantean hoy a la Iglesia, así como precisar criterios y líneas de acción para enfrentarlos pastoralmente.
Si bien los Obispos elaboraran un documento extenso con los frutos de estos días de reflexión, dirigido a “los agentes de pastoral, a los dirigentes del mundo político, cultural y económico y a todos los colombianos preocupados de saber qué pensamos y qué proponemos para responder a los desafíos de la hora presente”, por medio de este comunicado buscan compartir algunas de las reflexiones de estos días.
Los Pastores de Colombia ven el País con preocupación y también con esperanza. Entre las sombras que oscurecen el horizonte los Obispos muestran su angustia por “el permisivismo moral, la inequidad y la injusticia social, el desempleo y la pobreza, los conflictos sociales, las violaciones de los derechos humanos, el conflicto armado, el horror del secuestro y el sufrimiento que ocasiona a las víctimas y a sus familias, el narcotráfico, la corrupción y el enriquecimiento ilícito, la crisis mundial de la economía, la falta de formación y de participación de los católicos en los procesos de construcción de un país más democrático y más próspero”.
Pero junto a esto ven también signos de esperanza como son “las movilizaciones ciudadanas para rechazar el secuestro y la violencia, la incursión de las generaciones jóvenes en puestos de comando, el papel pro activo de la mujer en la Iglesia y en la sociedad, la superación del odio político que inició el largo y doloroso vía crucis de la Violencia en Colombia”.
Reafirman a continuación una vez más su misión de consagrarse y trabajar a fondo “en la búsqueda de la paz, en la lucha contra la pobreza, contra la injusticia en todas sus formas, contra la violencia que nos roba la vida de los seres queridos”. Y muestran su compromiso de estar cerca “de los desplazados, de las familias de los secuestrados, de las víctimas de la violencia, de todos los marginados, a quienes nos proponemos llevar un mensaje de solidaridad y el ofrecimiento de nuestra vocación de servicio”.
“Conscientes del momento difícil que atraviesa Colombia, y sintiendo en carne propia el efecto de los conflictos y contradicciones, hacemos una opción decidida por la esperanza, con la certeza de que el Señor Jesús que camina a nuestro lado, nos ayudará a construir entre todos un país mas amable, más justo, fraterno y solidario”, concluyen los Obispos el comunicado. (RG) (Agencia Fides 16/2/2009)


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