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Dhanjuri (Agencia Fides) – La comunidad católica de Dhanjuri, ciudadela al norte de Bangladesh, en un área habitada por los indígenas Santal, festejó a inicios de febrero la inauguración de nueve estructuras que darán un nuevo impulso a la pastoral y al servicio de instrucción y de acogida para los jóvenes.
Gracias al apoyo de numerosos benefactores –entre los cuales está la organización “World Vision” y el Pontificio Instituto Misiones en el Exterior (Pime)– el 2 de febrero abrió sus puertas la nueva Escuela Superior San Francisco, que ofrecerá una importante contribución a la instrucción de los jóvenes de la diócesis de Dinajpur, en cuyo territorio se encuentra Dhanjuri.
Algunos días después fueron inaugurados una nueva iglesia parroquial, dedicada, al igual que la precedente (construida 80 años atrás), a San Francisco de Asís, y un nuevo internado para niños.
La comunidad local manifestó su alegría: más de 2 mil personas de las poblaciones cercanas se reunieron para participar en las celebraciones tenidas en Dhanjuri bajo la guía del Obispos de diócesis de Dinajpur, S. E. Mons. Moses Costa, quien había manifestado su intenso deseo de ver realizados estos proyectos. En su homilía el Obispo agradeció a los donantes y recordó a los misioneros del Pime que han pasado más de cien años desde que se iniciara la evangelización en esta parte del país. Intervinieron también el P. Michael Lee, Director de Caritas de Corea (la que también colaboró con el proyecto) y Benedict Alo Rozario, Director de Caritas de Bangladesh.
Como informa el noticiero misionero Banglanews, la nueva iglesia dará la posibilidad a 7-800 personas de participar a las celebraciones religiosas. Al externo de la iglesia ha sido construida una gruta con la estatua de la Virgen de Lourdes, venerada con devoción en todo el país.
Después de la Santa Misa y la bendición de la iglesia, el Obispo inauguró asimismo el edificio que será el nuevo internado para niños, dedicado a San Benito. Dhanjuri es una tierra habitada en su mayoría por las tribus Santal pero, gracias a sus estructuras y al servicio educativo asegurado, llegan también muchos niños y niñas de otras etnias.
La misión de Dhanjuri cubre un área de 600 km cuadrados, con una población de aproximadamente 500.000 habitantes, con 8000 católicos dispersos en 90 pueblos.
Uno de los problemas todavía sin resolver en Bangladesh es el de la instrucción. Si bien existe una ley para la instrucción obligatoria, el analfabetismo está difundido por causa de la pobreza, que obliga a los niños a tipos de trabajo de menores, y por la falta de compromiso de los padres. La situación es aún más grave para los grupos étnicos de minoría, como los tribales. (PA) (Agencia Fides 10/2/2009 líneas 31 palabras 447)
