VATICANO - En la XIII Jornada de la Vida Consagrada el Papa exhorta a los religiosos y religiosas a imitar a San Pablo en el seguimiento de Jesús: “es vía privilegiada para corresponder hasta el final a vuestra vocación de especial consagración en la Iglesia”

martes, 3 febrero 2009

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – En la tarde del lunes 2 de febrero, Fiesta de la Presentación del Señor en el Templo y XIII Jornada de la Vida Consagrada, el Card. Franc Rodé, Prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, presidió en la Basílica Vaticana la Celebración Eucarística para los Miembros de los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica. Terminada la Celebración Eucarística, el Santo Padre Benedicto XVI bajó a la Basílica.
“Doy gracias a mi Dios cada vez que me acuerdo de vosotros, rogando siempre y en todas mis oraciones con alegría por todos vosotros a causa de la colaboración que habéis prestado al Evangelio, desde el primer día hasta hoy” (Fil 1,3-5): con estas palabras de San Pablo, en el contexto del Año Paulino, el Papa se dirigió a los religiosos y religiosas congregados en la Basílica de San Pedro, recordando que “en este saludo, dirigido a la comunidad cristiana de Filipos, Pablo expresa el recuerdo afectuoso que él conserva de cuantos viven personalmente el Evangelio y se comprometen a transmitirlo, uniendo al cuidado de la vida interior el esfuerzo de la misión apostólica”.
El Santo Padre prosiguió: “en la tradición de la Iglesia, San Pablo ha sido reconocido siempre como padre y maestro de cuantos, llamados por el Señor, han hecho una opción de dedicación incondicionada a Él y su Evangelio. Diversos Institutos religiosos toman de San Pablo el nombre y de él beben una inspiración carismática específica. Se puede decir que para todos los consagrados y las consagradas él repite una invitación genuina y afectuosa: ‘Sed mis imitadores, como yo lo soy de Cristo’ (1 Cor 11,1)… imitarlo en el seguimiento de Jesús, es vía privilegiada para corresponder hasta el final a vuestra vocación de especial consagración en la Iglesia”.
De la misma voz de San Pablo, en efecto, “podemos conocer un estilo de vida que expresa la sustancia de la vida consagrada inspirada en los consejos evangélicos de pobreza, castidad y obediencia”, subrayó el Papa que explicó: “En la vida de pobreza él ve la garantía de un anuncio del Evangelio realizado en total gratuidad, mientras expresa, al mismo tiempo, la concreta solidaridad hacia los hermanos necesitados… Pablo es también un apóstol que acogiendo la llamada de Dios a la castidad donó el corazón al Señor en manera indivisible para poder servir con más libertad y dedicación a sus hermanos… Sobre la obediencia es suficiente notar que el cumplimiento de la voluntad de Dios y la ‘responsabilidad diaria: la preocupación por todas las Iglesias’ han animado, plasmado y consumado su existencia, hecha sacrificio agradable a Dios”.
Otro aspecto fundamental de la vida consagrada de Pablo subrayado por el Papa es el de la misión: “Él es todo de Jesús para ser, como Jesús, de todos; es más para ser Jesús para todos… En él, tan estrechamente unido a la persona de Cristo, reconocemos una profunda capacidad de conjugar la vida espiritual y la acción misionera; en él las dos dimensiones se atraen recíprocamente. Él pertenece a grupo de los ‘constructores místicos’ cuya existencia es ya sea contemplativa y activa, abierta a Dios y a sus hermanos para desarrollar un servicio eficaz al Evangelio”.
Finalmente, citando la reciente Instrucción sobre El servicio de la autoridad y la obediencia, Benedicto XVI expresó su deseo de que el Año Paulino alimente aún más en los consagrados “el propósito de acoger el testimonio de San Pablo, meditando cada día la Palabra de Dios con la práctica fiel de la lectio divina… Él os ayude asimismo a realizar vuestro servicio apostólico en la y con la Iglesia con un espíritu de comunión sin reservas, donando a los demás los propios carismas, y testimoniando en primer lugar el carisma más grande que es la caridad”. (S.L.) (Agencia Fides 3/2/2009; líneas 43, palabras 636)


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