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Colón – Kuna Yala (Agencia Fides) - La Iglesia que peregrina en la Diócesis de Colón-Kuna Yala, ha mostrado su preocupación por la creciente ola de violencia que sacude esta región, con los constante homicidios debido a los ajustes de cuenta, las pandillas y la delincuencia generalizada, por lo que ha realizado un llamamiento a no dejar que el mal impere y que entre todos se busquen los caminos para la convivencia pacífica. Según las últimas cifras indicadas por las las autoridades panameñas en una jornada entre presidentes de varias naciones, contra la delincuencia organizada, la ciudad de Colón superó en cantidad de homicidios a la ciudad de México, con un promedio de 33 homicidios por cada 100 mil habitantes, contra 27 de la capital azteca. De los 652 homicidios que se dieron a nivel nacional en 2008, 114 se registraron en la costa atlántica.
En ese sentido, Monseñor Audilio Aguilar Aguilar, Obispo de Colón – Kuna Yala, ha reconocido que se trata de un problema complejo en el que todos deben involucrarse, para luchar por superar esta situación, ya que afecta a toda la sociedad en general, sin distinción alguna. Es un mal que no discrimina por la clase social.
Así mismo reiteró que es necesario seguir trabajando con la familia, los jóvenes y la niñez; “se requiere –puntualizó- hacer valer los valores, hacer entender a la gente el don preciado de la vida, y que vale la pena vivir honradamente y respetarnos mutuamente”.
Al referirse al aspecto económico, Mons. Aguilar ha explicado que en la zona se ha experimentado un crecimiento económico y Colón es una de las áreas en donde se nota esta realidad: está la Zona Libre un emporio comercial muy grande; se tiene cinco puertos, tres de contenedores y dos de cruceros; y está la entrada del Canal de Panamá, lo que indica que hay opciones de trabajo. Sin embargo frente a esta realidad, indicó que es lastimoso ver que haya tanta pobreza y marginación dentro del mismo Colón y que muchas veces es también causa de esta violencia. En este sentido realizó un llamamiento a todas las instancias, Gobierno, autoridades, tanto nacionales como locales y a la Iglesia, a poner su grano de arena para mejorar esta situación. (RG) (Agencia Fides 2/2/2009)
