AFRICA/ZIMBABWE - Los problemas al interno del partido de la oposición amenazan el acuerdo para compartir el poder, mientras 7 millones de zimbabwenses corren el riesgo de padecer hambre

jueves, 29 enero 2009

Harare (Agencia Fides)- Mientras crecen las presiones por parte de la sociedad y de la Iglesia católica de los países del África Austral frente al régimen de Mugabe (ver Fides 28/1/2009), los Estados adherentes a la SADC (Comunidad de Desarrollo del África meridional), parecen estar irritados por la actitud de Morgan Tsvangirai, líder del Movimiento por el Cambio Democrático (MDC, el principal partido de oposición), quien ha sido designado Primer Ministro en el futuro gobierno de unidad nacional, previsto por los acuerdos del 26 de enero en Pretoria, Sudáfrica.
El acuerdo fue el fruto de un Vértice extraordinario de la SADC. Tras su clausura la Presidencia de la Comunidad publicó un comunicado en el cual se afirmaba que el régimen del Presidente Mugabe y la oposición habían llegado a un acuerdo sobre una serie de cuestiones. Sin embargo, el MDC rechazó el acuerdo, sosteniendo que no había participado.
Según un diplomático en Addis Abeba, ante la sede de la Unión Africana, el MDC ha rechazado el acuerdo después de haber aprobado precedentemente un cierto número de cuestiones. “El hecho de que se haya llegado a un acuerdo en una discusión a puertas cerradas en la cual participó Tsvangirai y que inmediatamente después su partido rechace públicamente el acuerdo, podría tener un efecto dañino para el apoyo de los otros países africanos”, explicó el diplomático.
El MDC ha manifestado una serie de interrogativos sobre algunos aspectos de los coloquios, entre estos la objetividad del mediador, el ex Presidente sudafricano Thabo Mbeki, y la honestidad de Mugabe en su promesa de dar al MDC un rol significativo en el gobierno. El partido del Presidente, el ZANU-PF ha acusado al MDC de utilizar tácticas dilatorias en las negociaciones, advirtiendo que habría tenido que proceder por su cuenta en la formación del gobierno si la oposición no acepta las propuestas formuladas por los mediadores.
Según la Unión Africana permanece firme un acuerdo que prevé: el juramento de Tsvangirai como Primer Ministro el 4 de febrero, con la formación de un gobierno de unidad nacional, mientras todas las otras cuestiones pendientes serían tratadas tras la formación del gobierno. Según los observadores internacionales, la división al interior del MDC sería fruto de contrastes internos del partido que han emergido precedentemente.
Mientras los políticos discuten, la población sufre: según el Programa Alimenticio Mundial de la ONU (PAM), son casi siete millones las personas del Zimbabwe que dependen de la ayuda internacional para lograr sobrevivir hasta las cosechas de abril. (L.M.) (Agencia Fides 29/1/2009; 33 líneas, 440 palabras)


Compartir: