AFRICA/CONGO RD - Perplejidad y preocupación por las operaciones militares de Uganda y Rwanda en territorio congolés

miércoles, 21 enero 2009

Kinshasa (Agencia Fides) - El regreso, con el beneplácito del gobierno de Kinshasa, de tropas ugandeses y ruandesas en las áreas de frontera de la República Democrática de Congo (RDC), suscita perplejidades y temores en la población local.
Después de la llegada de la operación conjunta Congo-Uganda-Sudán del Sur, para sacar de la selva de Garamba, en la Provincia Oriental (noreste del Congo), a los guerrilleros del Ejército de Resistencia del Señor (LRA, ver Fides 15/12/2008), ahora le toca a Rwanda. Ayer, 20 de enero, 1.500 militares ruandeses entraron en Kivu del Norte, al este de la RDC, para unirse a las tropas de Kinshasa en la cacería de los miembros de las Fuerzas Democráticas de Liberación de Rwanda (FDLR), el grupo de guerrilla compuesto, según Kigali, por los ex miembros de las milicias hutu Interhamwe, responsables del genocidio del 1994, que se refugian desde hace 15 años en el este del Congo. El envío de las tropas ruandesas se coloca en el contexto de un acuerdo entre los dos gobiernos para la estabilización de Kivu del Norte, teatro, desde el pasado verano, de un sanguinario conflicto civil, provocado por la rebelión guiada por el general Laurent Nkunda. Este, a la cabeza del Consejo Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP), afirmaba que había tomado las armas para defender a la población de origen tutsi de la amenaza representada por las FDLR. Nkunda condujo en realidad una guerra contra las fuerzas armadas congolesas y las milicias aliadas, los Mai-Mai.
Detrás de Nkunda, como varias veces denunciaron misioneros y Obispos, están los intereses de quien desea explotar las riquezas de Kivu (ver Fides 14/10/2008). Según la prensa congolesa, la entrada de las tropas ruandesas en el Kivu del Norte forma parte de un acuerdo firmado por los dos países el 5 de diciembre, del que no se conocen los contenidos. Se hace notar, asimismo, que en base a arreglos precedentes, existe un programa de desarme y desmovilización de las así llamadas “fuerzas negativas” (los grupos armados que operan en el área) que ha quedado sin ser actuado. En caso de fracaso del programa, la cacería de las FDLR debería haber sido conducida por el ejército congolés con la ayuda de los “Cascos Azules” de la Misión de las Naciones Unidas en Congo (MONUC). Esta última sin embargo ha permanecido fuera de las recientes operaciones militares, mientras el ejército congolés, en plena restructuración, no aparece en capacidad de dar un aporte significativo a la cacería de las milicias hutu. Por lo tanto, según los comentadores locales, el esfuerzo bélico será llevado a cabo por los militares de Kigali, con la ayuda de los guerrilleros del CNDP. Pero el ejemplo del casi contemporáneo del ejército ugandés en territorio congolés contra los guerrilleros del LRA, no es de buen auspicio. Lejos de haber eliminado a la guerrilla, esta última ha tomado graves represalias contra la población local (ver Fides 14/1/2009).
Los representantes de las comunidades del Kivu del Norte han publicado una declaración en la que expresan “sorpresa e indignación” por la llegada de fuerzas del ejército ruandés a la RDC, afirmando que se trata de una acto “ilegal y anticonstitucional”. En el comunicado se recuerda que las tropas de Kigali llegan inmediatamente después de que el acuerdo de cese del fuego firmado el 17 de enero en Goma (capital de Kivu del Norte) entre el CNDP, las FDLR y las milicias favorables al gobierno congolés (PARECO) y se lamenta por “la completa ausencia de medidas para proteger a la población durante las previstas operaciones militares”. (L.M.) (Agencia Fides 21/1/2009 líneas 39 palabras 591)


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