Organo de informacion de las Obras Misionales Pontificias desde 1927
Kinshasa (Agencia Fides) – Los sacerdotes y misioneros africanos, se sirven de la ayuda de catequistas laicos, hombres y mujeres para poder extender su servicio a los habitantes de territorios frecuentemente muy vastos. Estas personas, sin embargo, antes de prestar su colaboración, deben recibir una adecuada formación.
En la Arquidiócesis de Kananga, en Kasayi (República Democrática del Congo), el problema de la formación de los catequistas fue afrontado desde inicios de los años 20 del pasado siglo. Según una nota enviada a la Agencia Fides desde la Arquidiócesis congolesa, los primeros catequistas eran llamados “Basambidishi” y eran considerados como la vanguardia de la Acción Católica. Las primeras escuelas de formación de los catequistas se remontan al periodo 1926-1931. En ese periodo, Mons. Auguste Declerecq, Vicario Apostólico de Kasai Superior, convocó un sínodo para determinar las condiciones para ser catequista. Entre ellas, estaban un periodo de formación de al menos 3 meses antes de entrar en servicio y la participación en ejercicios espirituales y momentos de retiro. De 1932 a 1960 se siguen las reglas establecidas en dicho sínodo. El catequista es llamado en la lengua local “mulami” que significa “guardián, pastor”: es quien enseña el Catecismo de la Iglesia Católica en su poblado y guía la oración comunitaria.
Luego de 1960, el año de la independencia del Congo, el país entra en un periodo turbulento, marcado por una serie de guerras civiles; en dicho contexto se hace cada vez más difícil para los catequistas continuar ofreciendo su servicio.
En 1963, para relanzar el ministerio de los “mulami” en la Arquidiócesis de Kananga, el p. Gérard Bulck, misionero de la Congregación del Corazón Inmaculado de María, es encargado de sensibilizar a los cristianos sobre la cuestión y de seleccionar a los “Balami” (responsables de la comunidad católica). En 1969 son constituidos los Centros Pastorales dirigidos por los catequistas en todas las misiones de la Arquidiócesis. Cada centro pastoral es dirigido por un “mulami en chef” (“Mulami Makulu” en la lengua local), que ha frecuentado un curso en la Normal “St. Joseph Mfuki” de Mikalayi. En 1969 fueron formados los primeros 49 “mulami en chef”.
En 1998 es constituido el Centro Diocesano de Pastoral con la tarea de orientar y formar a los “Balami” en la animación de las comunidades eclesiales de base para el desarrollo integral. Este trabajo debe desarrollarse en estricta colaboración con los sacerdotes de las misiones, bajo la supervisión de un coordinador de la pastoral y sobre la base de las directivas y recomendaciones del Obispo.
El actual coordinador de los “Balami” de la Arquidiócesis de Kananga es el señor Victor Tshiyoyo Beya, que ha estudiado en el Institut Supérieur des Sciences Religieuses de Kananga (ISSR) de 1982 a 1984 y en el Institut International de Catéchèse et de Pastoral “Lumen Vitae” de Bruselas (Bélgica) de 1987 a 1988. (L.M.) (Agencia Fides 19/1/2009; líneas 37, palabras 490)
