ASIA/FILIPINAS - Formación en el diálogo para educadores y docentes cristianos y musulmanes

lunes, 15 diciembre 2008

Zamboanga (Agencia Fides) – Darle una especial atención a la formación de los profesores y educadores cristianos y musulmanes, es uno de los objetivos principales del movimiento para el diálogo islámico-cristiano “Silsilah”, activo desde hace 25 años al sur de las Filipinas. En colaboración con el Inter-Faith Council of Leaders of Zamboanga, forum que reúne a líderes cristianos y musulmanes, el movimiento ha organizado en este periodo un ciclo de seminarios destinado a educadores, profesores, catequistas y formadores provenientes de la comunidad cristiana y de la musulmana. La formación es un ámbito en el que “Silsilah” trabaja mucho invirtiendo tiempo y recursos con la conciencia que los educadores son los que crean y ayudan a desarrollar la mentalidad de las generaciones. Si se quiere cultivar el diálogo, la paz y el espíritu de reconciliación entre los jóvenes – se afirma – es necesario pasar a través del trabajo de los formadores que continúan a ser un punto de referencia para los jóvenes, confinándoles a ellos la sensibilización sobre estos temas, fundamentales para la convivencia civil en el presente y en el futuro.
Participan en los seminario profesores de las escuelas coránicas así como de las escuelas católicas, líderes de las comunidades y de los pueblos, educadores de parroquias y movimientos así como agentes de la sociedad civil.
Los seminarios están centrados en la profundización de la Carta titulada “Una palabra común entre nosotros y vosotros”, escrita por 138 líderes musulmanes y dirigida al Santo Padre Benedicto XVI. La carta continua a encontrar una buena acogida por parte de los líderes islámicos de todo el mundo y, según “Silsilah”, “constituye un desafió y un tesoro para la misión de promover una cultura del diálogo y de la paz”.
Entre los objetivos de los seminarios se pueden mencionar: construir amistades y buenas relaciones entre los educadores cristianos y los musulmanes; alentar experiencias de diálogo interreligioso, educando en el respeto y la apertura hacía el otro; poner las bases para una mayor cercanía y diálogo entre las distintas comunidades, de manera que se pueda construir una civilización del bien común en el sur de Filipinas. (PA) (Agencia Fides 15/12/2008)


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