ASIA/MYANMAR - “Después del ciclón recomienza la vida. La Caritas en primera línea con la ayuda humanitaria y en la reconstrucción”: dialogo de la Agencia Fides con Joseph Hang Khan Pau, Director Nacional de Karuna (Caritas Myanmar)

lunes, 15 diciembre 2008

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) –“La vida vuelve a comenzar gracias también a los voluntarios cristianos. Caritas está haciendo lo mejor que puede, llevando ayuda a todos y preparando los proyectos de reconstrucción” afirma Joseph Hang Khan Pau, un laico católico Director Nacional de “Karuma” (Caritas Myanmar), contándole a la Agencia Fides sobre la situación seis meses después del paso del ciclón Nargis que golpeo Myanmar en mayo de este año provocando entre 115-200 mil muerto y más de dos millones de refugiados.
El Director, de paso en el Vaticano por un seminario de Caritas Internationalis, recordó que las diócesis más golpeadas fueron las de Yangon y Pathei, donde se han concentrado los trabajos de las ONG (que lograron entrar al país después de una prohibición inicial del gobierno), entre las que también se cuenta la Caritas de Myanmar. Gracias a la ayuda de socios internacionales y la presencia capilar en el territorio se está llevando ayuda a toda la población sin distinción de fe, etnia o condición social.
Hang Khan le cuenta a Fides: “Los bienes de primera necesidad como alimento, agua y frazadas han sido ya distribuidos entre todos los sobrevivientes del ciclón Nargis. En algunas zonas más aisladas aún tienen algunos problemas. La gente sufre mucho las consecuencias del ciclón que ha destruido sus vidas, sus casas y sus fuentes de ingresos. Muchas veces nuestros voluntarios son los que llegan a las aldeas más alejadas donde no llega la ayuda normal del estado o de las ONG. Caritas en muchas zonas se está ocupando de la reconstrucción de las casas y de resanar los posos de agua”.
“Hay que decir que fundamentalmente son dos las maneras de llevar la ayuda humanitaria después del ciclón Nargis”, subraya el Director. “Por un lado está la ayuda oficial, con los permisos del gobierno que reconoce el trabajo humanitario. Un segundo modo – que es el que más utiliza la Iglesia – es la solidariedad puerta a puerta, la cercanía expresada por toda la comunidad, sin etiquetas oficiales. Como Caritas queremos acoger a Cristo presente en los pobres y en los que sufren. Nos hemos convertido en un punto de acopio de ayuda, gracias a la movilización de Caritas Internationalis y de nuestros socios en el extranjero”.
Hablando del trabajo de Caritas Mynmar, que en el país es consideradas una ONG, el Director afirma: “Tenemos que crecer en términos de capacidad, capacitando nuestro personal y nuestro trabajo. Hacemos lo mejor que podemos con los medios y las estructuras limitadas de las que disponemos, pero estamos mejorando y potenciando nuestra capacidad de intervención. Estamos presentes en distintos campos de desarrollo como la microeconomía, el apoyo a cultivos sostenibles, la reconversión agrícola y los programas de asistencia sanitaria. En el futuro queremos ampliar nuestro campo de acción, cooperando con las autoridades civiles y convirtiéndonos en una estructura de referencia en el campo de la ayuda humanitaria y de la cooperación. Las necesidades de la población birmana son sobre todo en la línea de una instrucción de calidad (mucha gente es analfabeta) y de atención médica”. (PA) (Agencia Fides 15/12/2008)


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