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Kinshasa (Agencia Fides) - Una nueva gran crisis humanitaria se abre en el corazón de África. Así lo denuncia la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas, según la cual entre 80.000 y 100.000 personas se encuentran en grave dificultad alimentaria después de hacer sido obligados a entrar a la fuerza en la República democrática del Congo
(RDC) desde Angola. Desde diciembre del 2003 el gobierno de Angola comenzó a expulsar miles de congoleños que vivían y trabajaban ilegalmente en la industria de diamantes local. Los repatriados debían atravesar el río Tungila, que separa las dos naciones y según la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de los Asuntos Humanitarios, varias personas fueron arrolladas por las aguas. La organización de la ONU afirma que antes de dejar Angola familias enteras de congoleses fueron sometidas a pesquisas personales y se han publicado incluso casos de muertes durante las pesquisas.
Los prófugos se están concentrando en las provincias meridionales de Bandundu y de Kasai occidental. Aquí las organizaciones humanitarias de las Naciones Unidas, el Programa Alimentario Mundial (PAM), UNICEF, el Alto Comisionado ONU para los Refugiados (UNHCR) y las organizaciones gubernativas están mandando ayudas a los expulsados. (LM) (Agencia Fides 21/4/2004 Líneas: 18 Palabras: 217)
