EUROPA/ITALIA - “¿A quién enviaré?” - 270 seminaristas se preguntan sobre la urgencia de la vocación misionera en el Convenio Misionero Nacional promovido por la Pontificia Unión Misionera

miércoles, 21 abril 2004

Fermo (Agencia Fides) - Comienza hoy por la tarde, 21 de abril, en el Seminario Mayor de Fermo, el convenio Misionero de Seminaristas promovido por la Pontificia Unión Misionera (PUM). El Convenio con el titulo “¿A quién enviaré?”, tendrá como tema la vocación misionera, necesaria y urgente si la Iglesia quiere desarrollar de forma efectiva su labor de evangelización.
“El Convenio antes que nada examinará la disminución de las vocaciones misioneras, a pesar del gran camino realizado en los últimos decenios sobre la conciencia y la responsabilidad misionera de la Iglesia local” explica el P. Victo Del Prete, PIME, Secretario de la PUM Italiana. Don Gianni Colzani de la Pontificia Universidad Urbaniana se centrará en algunos elementos que son causa de fractura entre la enunciación del principio y la praxis. El P. Teresino Serra, Superior General de los Combonianos, presentara la vocación misionera, necesaria para la renovación de la vida de nuestras comunidades cristianas y para realizar el mandato misionero confiado a la Iglesia. “Los testimonios que seguirán tienen la misión de hacer ver de manera plástica y existencial como el compromiso practico de evangelización crea situaciones de humanidad nueva, tanto en Italia
(Don Oreste Benzi), como en los llamados campos de misión (P. G. Battista Zanchi, Superior General del PIME y misionero en Bangladesh). Al mismo tiempo dos religiosas (Sor Elena Kinadé y Sor Giusy Sozza) nos ofrecerán su testimonio y su experiencia, así como un provocación para un compromiso más intenso en la misión evangelizadora” dice el P. Vito.
Los cerca de 270 seminaristas participantes en el Convenio, que concluirá el sábado 24 de abril, se han preparado el encuentro reflexionando sobre tres temas: “Misión celebrada, no realizada” (el Magisterio universal y el de las Iglesias particulares en los últimos 30 años han desarrollado una profunda reflexión sobre la urgencia de la evangelización a la que no corresponde sin embargo una respuesta adecuada por parte de los que trabajan y dedican su vida a la misión); “¿Dónde misionar? ¿Para hacer qué? ¿A quién?” (sobre el deber de la Iglesia de predicar el Evangelio a todas las gentes, respetando la libertad de conciencia y de religión, considerando los nuevos areópagos...); “Sin enviados no hay misión” (la Iglesia debe estar dispuesta a trasladar la tienda movida por la fuerza del Espíritu, para realizar la misión de Dios, mientras que por el contrario hoy se contenta con frecuencia con “navegar por la costa” en vez de dejarse llevar por el viento del Espíritu hacia los confines del mundo y la humanidad). (SL) (Agencia Fides 2174/2004 Líneas: 32 Palabras: 445)


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