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Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – “La formación y la dirección espiritual de los seminaristas, en una nación y en un ambiente con mayoría islámica como Indonesia, es una tarea delicada. Sin embargo, logramos vivir en armonía con la sociedad que nos rodea”: comenta a Fides el p. Hubertus Leteng, Vice-rector y Director espiritual del Seminario interdiocesano de Maumere, en la isla de Flores (Indonesia). El P. Hubertus participó en el Curso para Directores Espirituales organizado recientemente en el Vaticano por el CIAM (Centro Internacional de Animación Misionera), en el que participaron cerca de 20 sacerdotes provenientes de países de misión, para profundizar en temas y problemas relativos a la dirección espiritual y a la formación del los seminaristas.
El Seminario interdiocesano de Maumere acoge a seminaristas de 5 diócesis y es uno de los más grandes de Indonesia. Más de dos mil seminaristas frecuentan los cursos de teología, filosofía, espiritualidad y pastoral. “Seguimos con atención su desarrollo humano y espiritual, cuidando la formación intelectual, espiritual y pastoral, en preparación para el sacerdocio”, afirma el p. Hubert.
“Entre las dificultades que encontramos, están una difusa mentalidad hedonista y consumista presente en los jóvenes, la influencia (que puede ser negativa) de las nuevas tecnologías, el tener “todo y rápido), la falta de un espíritu de sacrificio y de disciplina. Sabemos que el trabajo de dirección espiritual es muy importante y delicado, como lo ha confirmado el Curso organizado por el CIAM. Ha sido una experiencia útil para mejorar nuestros programas de formación, y que me ha suscitado muchas ideas”.
Sobre las relaciones con el ambiente musulmán circundante, el p. Hubert afirma que “no tenemos ninguna dificultad o conflicto. Si alguna vez hay problemas, se trata de incidentes raros y aislados. Vivimos en armonía con el territorio y con las personas de otras religiones. En el nivel de los líderes se habla de diálogo interreligioso, en nuestro nivel de base vivimos la cercanía y la generosidad, el así llamado diálogo de vida”.
La animación misionera de los seminaristas se realiza durante la formación, pero también en el ámbito pastoral, en particular con miras a la Jornada Misionera Mundial, a la que los seminaristas están llamados a “llevar su testimonio de vida”.
Un obstáculo real sigue siendo el de las comunicaciones: “Nuestro trabajo podría mejorar muchísimo si tuviésemos líneas telefónicas: ¡por ello pedimos ayuda a la Iglesia!”, concluye el sacerdote indonesio.
Una experiencia similar, en un ambiente de mayoría islámica, se vive en el Seminario Mayor de Dacca, capital de Bangladesh, frecuentado por 64 seminaristas diocesanos y cerca de 200 estudiantes. El p. Gabriel Corraya, su Rector y Director Espiritual, explica a Fides: “A veces percibimos la dificultad de ser una pequeña minoría de creyentes en Cristo en un país islámico, pero no siempre. Tenemos también experiencias positivas de diálogo y de compartir con los musulmanes”. Comentando los días pasados en el CIAM, el P. Gabriel nota que “este Curso ha sido muy importante para nuestra formación, para aclarar nuestras dudas y expresar nuestras dificultades, sobre todo al momento de compartir las experiencias de grupo”.
En Bengala, “se necesitan más formadores en la Iglesia y siempre cada vez más calificados. Es muy importante transcurrir tiempo con los seminaristas, para guiarlos en todo momento”. “La instrucción es para nosotros un verdadero reto”, continúa. “La mayor parte de los jóvenes es analfabeta. Por ello alentamos a nuestros seminaristas a comprometerse en la instrucción, en el diálogo con los musulmanes y en la ciudad. Además, los programas de evangelización son posibles en áreas tribales, habitadas por los no musulmanes: tanto que el 50% de nuestros seminaristas provienen de esas áreas”. (PA) (Agencia Fides 2/12/2008; líneas 45, palabras 606)
