AMERICA/CUBA - La beatificación del hermano José Olallo Valdés representa “un hito para la Iglesia en Cuba y para todo el pueblo cubano”

martes, 2 diciembre 2008

Camagüey (Agencia Fides) - La Plaza de la Caridad de Camagüey albergó el sábado 29 de noviembre a miles de personas que llegaron de todas las diócesis cubanas para celebrar junto al pueblo camagüeyano la ceremonia de Beatificación de José Olallo Valdés, hermano hospitalario de San Juan de Dios. La celebración eucarística tuvo amplia cobertura por los medios de comunicación cubanos y fue transmitida en diferido por la televisión estatal.
La ceremonia estuvo presidida por el Cardenal José Saraiva Martins, Prefecto Emérito de la Congregación para la Causa de los Santos, quien estuvo acompañado por el cardenal Jaime Ortega Alamino, arzobispo de La Habana , Mons. Juan García, arzobispo de Camagüey y Mons. Luiggi Bonazzi, Nuncio Apostólico en Cuba. Participaron además todos los Obispos cubanos, así como Mons. Felipe Estévez Obispo Auxiliare de Miami, Mons. Pablo Varela, Obispo Auxiliar de la ciudad Panamá, Mons. Octavio Ruiz, Vicepresidente de la Pontificia Comisión para América Latina, sacerdotes, diáconos, religiosas y religiosos, entre quienes se encontraba una numerosa representación de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, encabezada por su Superior General, fray Donatus Forkan. Asistieron también a la ceremonia de Beatificación, el presidente de la República de Cuba, Raúl Castro, junto a algunos de sus más cercanos colaboradores, la señora Caridad Diego, Jefa de la Oficina para Asuntos Religiosos del Comité Central y representantes de las autoridades civiles en Camagüey.
En su homilía, el Cardenal Saraiva llevó a todo el pueblo el saludo y la bendición del Santo Padre, Benedicto XVI. En sus palabras, recordó que la imagen del padre Olallo, aunque enmarcada en el siglo XIX, sigue teniendo hoy una actualidad sorprendente, pues proviene de la eterna juventud del amor cristiano, del que lo beatos y los santos son los testigos más convincentes. Hablando del beato recordó “su entusiasta fidelidad a la vocación hospitalaria como un enfermero diligente y esmerado, solícito y cercano para con todos, dedicado en particular a los marginados y a los más enfermos, para su curación física y social, psicológica y espiritual, en un momento histórico en que la sociedad camagüeyana sufría gran pobreza y miseria”. “Fue él –afirmó –, como justamente ha sido definido ‘un campeón de la caridad cristiana', en solidaridad con quienes llamaba ‘ sus hermanos predilectos'”.
Para el Card, dicha beatificación del padre Olallo constituye “un hito para la Iglesia en Cuba y para todo el pueblo cubano” que quiere y necesita confiar en Dios, mucho más hoy “frente a una cultura materialista que se va imponiendo y que deja de lado a los débiles y desamparados”. En este sentido pidió a todos “aprender del Beato Olallo la virtud de saber confiar en Dios, de saber amar al prójimo de forma universal”.
Al término de la ceremonia de Beatificación, el pueblo camagüeyano se unió a los fieles que llegaron de toda Cuba y de otras latitudes, para conducir los restos del padre Olallo hasta el Hospital de San Juan de Dios, sitio donde se entregó, durante más de 50 años, al cuidado de los más pobres y necesitados de Puerto Príncipe. (RG) (Agencia Fides 2711/2008)


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