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Hong Kong (Agencia Fides) – Se ha abierto hace unos días la IV edición del curso de Catequesis para niños disminuidos mentales organizados por el "Centro Diocesano de Pastoral de Minusválidos". Según refire Kong Ko Bao, el boletín diocesano en versión china, han participado más de 60 niños, chicos y adultos de 7 a 30 años, en la apertura del curso junto a padres, catequistas, animadores y voluntarios. También en el curso anterior fueron unos sesenta los alumnos que lo frecuentaron y obtuvieron el diploma final.
Algunos de ellos han sido bautizados y también han recibido los sacramentos de la Confirmación y Eucaristía. Otros han querido también seguir el curso este año "para repasar su formación en la fe". Según los voluntarios y padres "la iniciativa es muy bella, ya que hemos conocido a Jesús junto a estos chicos, que son también ellos imagen de Jesús doliente. Además el hecho de compartir la fe nos ayuda a afrontar juntos la minusvalía mental, uniéndonos cada vez más estrechamente".
Don Benedict Lam Cho Ming, el sacerdote diocesano que ha celebrado la eucaristía de apertura del curso, ha animado a todos a hacer referencia a la Cruz de Cristo: "alumnos, padres, profesores y voluntarios deben vivir la plenitud de Cristo. Por ello, no se puede huir de la Cruz, que es el alma de la vida de fe". Un padre ha dicho: "la atmósfera religiosa en familia nos ayuda a superar las dificultades, nos da fuerza para afrontar los problemas, nos consuela interiormente por medio de la fe". Además "es también un modo de demostrar la cercanía de la Iglesia a las familias que tienen un miembro con una minusvalía mental". Además de ser un curso educativo para los alumnos, el curso de catequesis es un fuerte camino espiritual para los voluntarios. Según el responsable del Centro "muchos voluntarios temporales han llegado a ser catequistas y animadores fijos del Centro. Ellos se sienten renovados espiritualmente gracias a esta experiencia"
El "Centro Diocesano de Pastoral de los Minusválidos" fue instituido en 1993. El Centro anima los fieles minusválidos a participar en la vida de la Iglesia suscitando en ellos el sentido de pertenencia y requiere la atención diocesana hacia los minusválidos para que los cristianos acepten y respeten a los minusválidos, dándoles apoyo. El Centro Diocesano, administrado por una comisión formada por 15 voluntarios, ofrece también la adoración eucarística incesante las 24 horas del día para los minusválidos ("Eucharistic Oblate for the Vulnerable") y la Misa cotidiana. Además organiza encuentros de oración, retiros espirituales y celebraciones en particulares ocasiones. (NZ) (Agencia Fides 8/10/2008)
