AFRICA/CONGO RD - Dramático testimonio de un misionero salesiano del Congo del Este que hospeda a 2,782 niños

miércoles, 8 octubre 2008

Kinshasa (Agencia Fides)- La situación humanitaria en Kivu del norte, al este de la República Democrática del Congo, se vuelve cada vez más dramática a causa de los enfrentamientos entre el ejercito regular y los rebeldes guiados por Laurent Nkunda (ver Fides 29/09/2008). Caritas Internationalis junto a un grupo de asociaciones humanitarias locales han hecho un llamado para una colecta urgente de 1,5 millones de dólares para poder atender en los próximos cinco meses a los más de 90 mil refugiados de la zona con frazadas, productos higiénicos e implementos de cocina.
En contemporáneo le ha llegado a la Agencia Fides el testimonio del p. Mario Pérez, misionero salesiano y Director del Centro Don Bosco de Goma Ngangi. P. Mario en 1998 creó un centro para acoger, en colaboración con algunas entidades internacionales que se los confían, a todos los niños y niñas dispersos, abandonados, huérfanos, ex niños soldado, niñas de la calle, muchachas madre etc., de cualquier etnia o religión provenientes de todas las regiones. El centro en la actualidad acoge a 2,782 menores.
A través del Voluntariado para el Desarrollo Internacional (VIS), el P. Mario nos cuenta que “desde la reanudación de la guerra, la ciudad de Goma se encuentra sitiada por el ejército de Nkunda que le impide su aprovisionamiento. Sólo ha quedado abierto el paso hacia la ciudad ruandesa de Giseny y el que lleva a Bukavu, corriendo graves riesgos. El aeropuerto permanece abierto y los vuelos hacía Kinshasa todavía funcionan pero no sabemos que sucederá mañana”.
El misionero afirma que entre los muchachos que aloja el centro dirigido por él, algunos están infectados con el virus de la hepatitis B y que en este momento se está realizando una investigación epidemiológica.
El centro debe afrontar gastos extras para poder permitir el estudio de los muchachos. “Este año el aumento de los sueldos, de los impuestos y del número de los niños han aumentado mucho los gastos. Tengo dificultad para afrontar todos estos gastos como hacía antes” afirma p. Mario. “A este peso se le ha añadido el de los niños refugiados que vienen a estudiar. No tenemos todavía ninguna autorización para ayudarlos, hemos esperado dos semanas pero aún no tenemos una respuesta de las autoridades. Los padres están desesperados por la guerra, pero el hecho de querer que sus hijos estudien es un gesto muy hermoso de esperanza”.
P. Mario ha decidido ayudar a las familias de los refugiados: “Aunque estamos sin fondos les hemos prometido a los padres que haremos estudiar a sus hijos. El 6 de octubre se ha abierto la escuela. Tenemos 600 niños inscritos en la escuela elemental y otros 100 en la secundaria. Son números que seguramente crecerán. Tendremos que implementar turnos en las tardes porque sólo con el de la mañana las clases están demasiado llenas. Este esfuerzo se suma al trabajo por darles una educación a los 2,700 niños y muchachos que están hospedados en el centro antes de la guerra. Tenemos que darle de comer además al personal y a las personas que vienen ocasionalmente al centro por un total de 3 mil personas. Los gastos son casi de 20,000 Euros al mes. Si contáramos con ayuda a distancia seguramente podríamos cubrir este enorme costo” concluye el misionero. (L.M.) (Agencia Fides 8/10/2008 líneas 39 palabras 558)


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