VATICANO - Congreso Mundial de la Pastoral de los Gitanos: “la Iglesia llama a todos los hombres, y sobre todo a los cristianos, a asumir las propias responsabilidades, tanto en el servicio a la sociedad como en el compromiso político, con el fin de asegurar el respeto pleno de la dignidad y de los derechos de todo ser humano”

martes, 2 septiembre 2008

Freising (Agencia Fides) – “Frente a las situaciones de discriminación e indiferencia de la que muchos de vuestros hermanos y hermanas son víctimas, la Iglesia, que ‘no puede permanecer indiferente a los acontecimientos sociales’, llama a todos los hombres, y sobre todo a los cristianos, a asumir las propias responsabilidades, tanto en el servicio a la sociedad como en el compromiso político, con el fin de asegurar el respeto pleno de la dignidad y de los derechos de todo ser humano”. Lo afirmó el Cardenal Renato Raffaele Martino, Presidente del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes, en sus palabras de bienvenida a los participantes del VI Congreso Mundial de la Pastoral de los Gitanos, que se abrió en la tarde del 1 de septiembre en el Bildungszentrum Kardinal-Döpfner-Haus en Freising (Alemania), sobre el tema “Los jóvenes gitanos en la Iglesia y en la sociedad”.
Subrayando como “precarias condiciones de vida y escasas oportunidades de instrucción y de trabajo” hacen que no pocos jóvenes, pero sobre todo adultos gitanos, experimenten sentimientos de desarraigo y desigualdad, perdida de confianza en sí mismos, en el núcleo familiar, en las instituciones políticas, jurídicas y educativas, tanto sociales como eclesiales, el Card. Martino afirmó: “Si les corresponde a los individuos contribuir al justo orden moral y social de la comunidad con generosidad y valentía, con mayor razón le corresponde a los Gobiernos y a los Organismos internacionales y nacionales la protección de la dignidad y de la identidad de cada ser humano y de toda la humanidad… Los Estados, por lo tanto, deben asegurar a todos sus miembros condiciones propicias de un auténtico desarrollo que no se reduce al simple crecimiento económico, sino que, para ser auténtico, debe ser integral, holístico, que significa dirigido a la promoción de todo hombre y de todo el hombre”.
El Card. Martino recordó como en los precedentes Congresos Mundiales de la Pastoral de los Gitanos se llamó la atención sobre “los principios de igualdad y contra la discriminación, y se relevó la necesidad de un servicio central de la Iglesia que promueva cooperación y diálogo con los Organismos internacionales y nacionales y con las varias denominaciones cristianas, para eliminar toda forma de discriminación y violencia contra ellos”. El Cardenal constató que, lamentablemente, a pesar de los llamamientos y consejos, mientras por una parte existe una “considerable apertura e interés por las poblaciones gitanas por parte de las Organizaciones internacionales y nacionales, no pocas veces con una fuerte participación de los Gitanos mismos, por otra parte asistimos a una cierta inflexibilidad y actitudes ambiguas de Gobiernos que no podemos sino deplorar”. Concluyendo sus palabras, el Card. Martino manifestó su esperanza de que el Congreso lleve a renovar “nuestro compromiso y nuestra voluntad de servir al próximo en la caridad y con el amor”.
En su relación el Arzobispo Agostino Marchetto, Secretario del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes, ilustró ante todo algunas precisiones de orden terminológico sobre las expresiones “gitanos” y “jóvenes gitanos”, subrayando luego que “la Iglesia ha siempre mirado con confianza y con amor cristiano a los jóvenes, acompañando su itinerario espiritual y terreno con maternal solicitud y sabio afecto”. El Arzobispo articuló su amplio discurso en cinco puntos: Background formativo; Desafíos que se presentan hoy a los jóvenes gitanos; Factores/normas para una efectiva inclusión social; Disposiciones de las Organizaciones internacionales, nacionales y de los Estados a favor de los jóvenes gitanos; La Iglesia y los jóvenes gitanos.
Mons. Marchetto presentó algunas sugerencias de temas para profundizar, relativas a los jóvenes gitanos: crear un mayor número de centros, incluso eclesiales, con posibilidades de entretenimiento, estudio, preparación profesional; promover actividades de intercambio cultural entre jóvenes gitanos, para contribuir en su proceso educativo y hacerlos conscientes del ambiente en el que viven; formar comisiones mixtas de Autoridades eclesiales y estatales, para reflexionar sobre las problemáticas a ser afrontadas, así como programar estrategias de acción; ofrecer actividades varias (voluntariado, asociaciones, grupos deportivos, seminarios, laboratorios de arte) y de prevención para “sacar” a los jóvenes de la inercia del poco empeño, de la droga, alcohol, etc.; identificar y formar líderes para sus comunidades; pedir a las organizaciones humanitarias, Caritas, que asignen una suma de dinero, con sucesivo control, para microcréditos para las familias y las comunidades que demuestran mayores capacidades para saberlos utilizar a favor de la propia etnia (S.L.) (Agencia Fides 2/9/2008; líneas 51, palabras 733)


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